Consistente y competitivo

José M. Fernández

TORRE DE MARATHÓN

05 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuando no se pueden sumar los tres puntos, uno puede ser bueno, aunque no suficiente. Al Dépor le pesaron las ausencias. Y un rival pegajoso, quizá corto de fútbol, pero sobrado de vitalidad e empuje. Sin tres de los jugadores presentes en la espectacular racha de los seis anteriores partidos, el Dépor no le perdió la cara al juego, fue más prudente que en ocasiones anteriores y evitó que el Atlético le penalizara los contados errores defensivos que cometió. Probablemente, en otro tramo de la competición, los tres puntos hubieran volado de Riazor, pero si algo ha conseguido Fernando Vázquez es darle consistencia a un grupo que compite mejor que hace unos meses. Siete partidos sin perder, noventa minutos sin encajar un gol frente al tercer clasificado de la Liga y reducir prácticamente a la nada las contras del rival son argumentos para sentirse satisfechos. Aunque cada vez es más necesaria una victoria que convierta en buenos los tres últimos empates, el Dépor no perdió ayer dos puntos, sumó uno frente a uno de los jueces del descenso, un Atlético que todavía se verá las caras con los Celta, Zaragoza y Mallorca, precisamente los tres conjuntos que ocupan ahora plaza de descenso. Y si algo transmite Simeone es que, como ayer al Dépor, no va a regalar nada a nadie.

El Atlético fue fiel a lo que cabía esperar de Simeone. Un equipo incómodo, bien posicionado y que concede pocas ocasiones de gol, un rival que anda tan sobrado de trabajo como falto de delicadeza. El mérito del Dépor es haber sido capaz de competir durante noventa minutos y de limitar el veneno rojiblanco a balón parado. Limitó los daños, sobrevivió a un par de decisiones de Ayza Gámez y a las ausencias de Abel Aguilar, Silvio y Pizzi. Y fue capaz de sumar en el, probablemente, choque más comprometido de los que le esperan hasta el final de temporada.