Uxío, un central que encandila al técnico, tuvo el honor de llevarse la primera bronca de la concentración. Su falta de coordinación con Kaká en los ejercicios de defensa en zona le valieron la reprimenda. El brasileño tampoco se libró de los gritos del entrenador, que alcanzaron a Rochela y a Deak. Todos, integrantes de una zaga que ayer copó las atenciones de la sesión matutina. Primero, con ejercicios de basculación y búsqueda del fuera de juego y después con un ensayo de presión individual en todo el campo. El detalle estuvo en que Manuel Pablo alternó el lateral izquierdo con Ayoze, mientras que Laure y Seoane se repartieron el derecho.
La práctica había arrancado con una charla en la que Vázquez reclamó «un poquito de alegría» a unos futbolistas a los que les empieza a pesar la exigencia del cuerpo técnico. Después, la plantilla se sometió a un completo circuito de pruebas físicas y hubo rondos por equipos. En el partidillo con que acabó la sesión matutina, Seo fue goleador con dos tantos.
Tanto el lateral como Rochela figuran entre los destacados de la pretemporada. Han decidido hacer oídos sordos a las palabras del míster (que los declaró transferibles) y redoblar esfuerzos para ganarse un puesto para la próxima campaña.
Paliza vespertina
Por la tarde, el protagonismo recayó en Manuel Pombo. El preparador físico repitió la paliza del lunes, aunque adelantó la hora aprovechando que el calor dio ayer tregua. El Dépor está sacando rendimiento al campo de golf anexo al hotel y los jugadores pusieron allí a prueba su resistencia primero y su velocidad después, con series de cien metros. De por medio, estiramientos y tandas de sesenta abdominales que desencadenaron sonoras quejas entre la plantilla. Otra larga carrera sobre el césped marcó el desenlace de la práctica vespertina y dio paso a una sesión de spa.
Si la exigencia está creciendo con respecto a Abegondo, el sol está siendo benévolo.
Lo ha notado el médico y los utilleros. El doctor ha rebajado el agua obligatoria para cada sesión, aligerando el peso del material a transportar.
En cada práctica -de unas dos horas de media- se están consumiendo una media de tres cajas, con 35 botellas pequeñas cada una.