Portugal, cuna del lateral izquierdo

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

EDUARDO PEREZ

Luisinho, última apuesta del Dépor para el carril zurdo, pasó ayer reconocimiento médico

14 ago 2013 . Actualizado a las 02:14 h.

Encartado en la parte de atrás del coche del doctor. Así se plantó ayer Luisinho ante el hospital Modelo para pasar el reconocimiento médico previo a fichar por el Dépor. En el asiento delantero, un representante que, amenazante cartera en ristre, prohibió articular palabra a su protegido. Para mejor momento quedarán los guiños a la afición de la nueva probatura blanquiazul en un puesto gafado.

Desde Filipe han sido ya varios los aspirantes a adueñarse del carril izquierdo de Riazor. Y los últimos tres intentos han tenido como selló un vínculo con Portugal. Naufragó el brasileño Evaldo (procedente del Sporting de Lisboa) donde Silvio apenas alcanzó a mantenerse a flote. El cedido por el Atlético tuvo al menos la coartada de jugar a pie cambiado.

No la tendrá Luis Carlos Correia Pinto (Oporto, 1985), zurdo cerrado que fichará (trámites mediante) por tres temporadas por el Dépor. La entidad coruñesa dispondrá del 50% de su pase, si son ciertos los datos que ayer facilitaba el diario luso O Jogo.

Antonio Barroso apuntaba a La Voz algo más acerca del jugador. El periodista del rotativo portugués A Bola ha estado a cargo de la información del Benfica durante las últimas temporadas. Conoce bien a Luisinho, y no precisamente por el protagonismo que el futbolista obtuvo en su paso por el conjunto de las águilas.

«Por aquí estuvo casi de incógnito», comenta el veterano informador, que recuerda perfectamente el desembarco del lateral desde el Paços Ferreira. «En mi opinión, fue un peón en la guerra entre el Benfica y el Oporto. Fichan solo para evitar que lo haga el otro, y así han llegado a tener más de un centenar de jugadores cada uno repartidos por el mundo», denuncia. «Los contratan o se hacen con una parte de su pase y luego no tienen sitio en la plantilla y deben salir», detalla acerca de un caso en el que podría encajar el recién llegado a Riazor.

«Aquel año (hace dos campañas), se había hablado de él y el Benfica lo contrató junto a Hugo Vieira, del Gil Vicente». Llegó desde el Paços junto al delantero paraguayo Melgarejo, que estaba allí cedido por los lisboetas. «Lo trajeron para que hiciera olvidar a Coentrao -rememora Barroso-, pero esa era una misión dificilísima».

Jorge Jesús, el técnico del laureado conjunto luso, nunca vio con buenos ojos al nuevo. De hecho, sorprendió a todo el mundo reubicando al mencionado Melgarejo en el carril izquierdo de la zaga. Un salto, el de ariete a lateral, que el paraguayo dio con relativo éxito, cortando el paso a su compañero. Apenas tuvo ocasiones Luisinho para probar las virtudes que habían llamado la atención en las anteriores temporadas. «Destacaba por su proyección ofensiva, era rápido y dinámico, y centraba bien», afirma el periodista de A Bola. Sus problemas llegaban a la hora de defender.

La llegada de Bruno Cortés

«Jorge Jesús no consiguió ningún buen marcador para ese puesto. Hasta acabó colocando ahí a André Almeida (centrocampista defensivo)», explica el reportero. Tampoco parece haber mejorado la situación este verano. El brasileño Bruno Cortés, cedido por el Sao Paulo, ha demostrado grandes lagunas. Unos problemas que no han llevado al míster a dar más confianza a Luisinho.

El futbolista de Oporto tendrá ahora en A Coruña la oportunidad de relanzar su carrera. Una ocasión que podría redundar en beneficio del Deportivo. El técnico Alberto Argibay, gran conocedor del fútbol luso, sostenía ayer que el nuevo fichaje blanquiazul aportará «potencia, agresividad y experiencia» al equipo que dirige Fernando Vázquez. El pontevedrés es optimista: «Quizá no marque diferencias, pero seguro que dará el nivel. Me parece un jugador muy competitivo».