La errática gestión de Lendoiro mantiene el club en el sobresalto permanente. Ni siquiera el techo salarial de cinco millones de euros marcado por la Liga de Fútbol Profesional al Deportivo sirve para encauzar el esperpento en que se ha convertido el día a día de la centenaria entidad. Con el coste de la plantilla por encima de esta cantidad y la advertencia de que no se autorizarán más incorporaciones mientras no se sucedan nuevas salidas, Fernando Vázquez se reunió el martes por la tarde con el club en lo que él mismo denominó «gabinete de crisis». Tras esta cita, el secretario técnico, Ernesto Bello, acudió ayer por la mañana a los vestuarios de Riazor y, al término del entrenamiento, se reunió con varios jugadores a los que habría comunicado la necesidad que tiene el club de darles salida para poder reforzar así otras posiciones.
Ya por la tarde, el Deportivo anunció la inscripción de Rochela y Seoane en el listado provisional de jugadores que consta en la Liga, por lo que ambos están a disposición de su entrenador para el encuentro de mañana contra el Córdoba. Tanto el central como el lateral partían como descartes del técnico desde el primer entrenamiento de la pretemporada, aunque en el caso de Seoane la llegada de Luisinho, unida a la continuidad de Manuel Pablo, Laure y Ayoze, le cerró las puertas del equipo.