Una rosca perfecta que alcanzó los 90 kilómetros por hora

a coruña / la voz

TORRE DE MARATHÓN

El chut de Culio hizo una espectacular parábola antes de estrellarse en el larguero.
El chut de Culio hizo una espectacular parábola antes de estrellarse en el larguero. canal+ 1< / span>

22 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El misil de Culio que propició el empate final del Dépor frente al Zaragoza recorrió los alrededor de treinta metros hasta la portería de Leo Franco a unos 90 kilómetros por hora. El cálculo practicado permite comprobar de forma manual que transcurren 1,20 segundos desde que Culio impulsa el balón hasta que se estrella en el larguero. Así, la velocidad alcanzada sería de 25 metros por segundo, lo que se convierte en más de 90 kilómetros por hora.

El chut del mediapunta argentino no entró directamente en la portería. En realidad, se estrella en el larguero, rebota en la espalda del portero y vuelve a golpear en el larguero. Después, se queda botando prácticamente sobre la línea de gol antes de que Borja llegue corriendo y la acabe por empujar a la red.

La jugada está rodeada de infortunio para el guardameta argentino del Zaragoza. Comenzó cuando se dolió de un golpe en el estómago. Retuvo el balón unos segundos, pero finalmente lo puso en juego con el pie hacia su derecha, por donde no corría nadie de su equipo. En realidad, parecía que lo iba a lanzar directamente fuera para recibir atención médica, perder un poco tiempo y, de paso, desesperar un poco al Dépor. Los locales estaban volcados en pos del empate, pese a que jugaban en inferioridad numérica.

Sin embargo, el lanzamiento del portero no salió por la línea de banda, ni tampoco llamó la atención del árbitro, ni se dejó caer al suelo para pedir la entrada de las asistencias. La jugada continuó hasta que el Dépor llevó el balón de nuevo al campo del Zaragoza, Culio recibió a unos treinta metros del área y trató de avanzar, pero sufrió la falta de José Mari. El resto de la jugada forma parte ya de la historia del Dépor esta temporada.

La falta de Culio alcanzó los noventa kilómetros por hora, la misma velocidad que el gol de Silvio la pasada temporada al Celta, aunque este fue con el balón en movimiento y desde más cerca de la meta rival. También recordó al proyectil de Lassad en el derbi de la última temporada en Segunda División antes de esta. O a aquel de Filipe en un Dépor-Málaga en el 2009.