«Con aquel ascenso no se arregló nada»

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

06 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

A Jesús Vázquez le tocaron los años más convulsos de la historia del club.

-¿Cómo se vivía en el vestuario que se hablase más de temas extradeportivos que del juego?

-Cuando tú en un vestuario hablas más de esas cosas que de lo estrictamente deportivo, malo es. Cuando estás más pendiente de reuniones con la AFE, con el equipo, con el administrador... para mí no era nuevo, pero para mucha gente de la plantilla, sí. Entonces no es fácil de llevar, no es algo positivo. Y eso al final quieras que no hace mella en el día a día y hace que no estés del todo concentrado y que sufras desgaste y lo llevas al domingo. No como grupo, pero en la cabeza de cada uno está más o menos preparada y los problemas te pueden afectar de una manera o de otra. Es muy difícil que un club esté inmerso en estas cosas y que los objetivos deportivos se cumplan.

-¿Lo veía venir?

-Tenía claro cuando fiché por el Deportivo en Segunda que ese año era importantísimo, que si no se subía, iba a haber muchísimos problemas. Pero con el ascenso pensamos que se podían solucionar las cosas. En Primera hay unos ingresos nada comparables con Segunda, y pensamos que todo se podía arreglar, pero no se arregló nada. El equipo subió y quizá tuvimos más problemas que antes. Y a todos los niveles. No puedo hablar de números, pero se ve que lo que el Deportivo venía arrastrando era bastante y no bastó solo con el hecho de subir a Primera.

-¿Y se llegó a temer realmente la desaparición?

-Había muchas dudas y cuando hay tantas... No directamente me podía perjudicar a mí, pero sí que a muchos amigos. Al final voy a recordar al Dépor siempre con cariño. Yo voy a recordar las cosas positivas, que han sido muchas, he conocido gente que jamás hubiera podido imaginar conocerla y tener esa amistad, jugadores y gente del club, y me dolía por eso, porque tenía muchos amigos y había esa incertidumbre de qué iba a pasar. Yo hablaba con compañeros, con gente de la AFE y nadie sabía nada. Había una moneda en el aire y podía salir cara o salir cruz, esa es la sensación que tenía. No sé realmente si ha estado muy lejos o muy cerca, pero a mí la sensación que me llegaba era esa, que podía pasar cualquier cosa y hasta última hora podía estar abocado tanto a lo mejor como a lo peor. Al final ha quedado en un susto y ojalá se reconduzca la situación.