Líderes, no obstante

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El Dépor notó la baja de Culio y reincidió en su preocupante falta de pegada

12 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Se fue Culio. El míster exprime lo poco que le han dado. El Dépor es líder con un portero y una pareja de centrales que harían optar a la promoción de ascenso de esta edición de Segunda a un equipo de infantiles. Liquidado lo obvio, el duelo con el Girona dejó un puñado de detalles a falta de juego.

Una orilla desaparecida

Sociedad disuelta en la zurda

Por mucha aspereza ocasional en Abegondo, un amigo es un amigo. Luisinho rindió tributo a su socio con una jornada de luto. Sin Culio ni el portugués, Rudy fue toda la banda izquierda del Dépor. Un atracón de Cachicote con todas sus consecuencias. El primer fichaje del Dépor esta campaña es futbolista a tiempo parcial. A ratos encara, regatea, tira desmarques, chuta con las dos piernas... Al final no es que ocurra nada, pero al menos se airea el césped y se agita la grada. El resto del tiempo lo pasa ausente. Desganado. Y con él desaparece toda una orilla. A la siniestra, que tantos grandes momentos dio y vivió a finales del 2013, se le atraganta el 14.

Tampoco ayuda que sea Manuel Pablo el que irrumpa allí por sorpresa. Cuando se le preguntó esta semana al capitán qué esquema prefería, él fue sincero: «Uno en el que juegue de lateral derecho». Donde lo coloca Vázquez los problemas de la edad se multiplican. El solo intento de centrar supone un complicado proceso que comprende retención de balón, frenado, cambio de pie, orientación, y por fin, pase. Si además hubiese que levantar la cabeza... Ni en los torneos de barrio el marcador concede tanto tiempo.

En vista del escenario, a Juando, Bergantiños y Juan Carlos les faltaron ganas de arrimarse y hasta Rudy le acabó cogiendo manía a la zurda y tendiendo al centro. Salvo fugaces excepciones, el Dépor perdió un costado.

Tirar del carro a los 35

Núñez justifica su renovación

La fobia a la banda izquierda deparó una aglomeración en la derecha. Si Culio eligió casi siempre caer hacia su lado bueno, lo mismo hizo ayer Juan Carlos. En la diestra se topó con un futbolista que se acerca a los 35 (le caerán el próximo miércoles) empeñado en justificar cada uno de los pocos euros de su sueldo. Núñez prefiere el juego colectivo al lucimiento individual y combinó con todo aquel que quiso arrimársele. Siempre apurando la línea lateral y la de fondo y poniendo los pocos centros buenos que atravesaron el área.

Cierto es que no fueron pases medidos todo lo que parió su bota, pero aún así la diferencia entre los suyos y los de Laure resultó sideral. Quizá eche de menos el Dépor la jaleada intensidad del lateral madrileño ante Las Palmas, pero cuando el rival es menor (y el Girona no tuvo reparo en serlo) lo que se extraña es un carrilero que ofrezca alguna opción de remate cuando centre.

El atasco ofensivo lo coronó Borja, que anda pidiendo a gritos otro toque de atención.

Bajón en la estrategia

Sin reemplazo en la ejecución

Rudy, Teles y Luis Fernández suelen pasar horas cada semana ensayando lanzamientos de falta. Ayer los dos portugueses optaron a relevar a Culio en los lanzamientos de las jugadas de estrategia. Sin ningún éxito. Tampoco lo tuvieron Juan Carlos y Juan Domínguez. Sus chuts no vieron puerta y pocos de sus centros lograron superar el escollo del primer palo.

Banquillo limitado

Peajes de la mala planificación

Fiada al obstinado «ya cederán», la directiva blanquiazul se comió el tope salarial sin dotar al míster de más recursos que lo puesto. Ayer resultó evidente en un banquillo en el que faltaron (entre otras cosas) hombres de banda para los relevos.