El secreto del despegue del Córdoba hacia los puestos de promoción reside en su gran rendimiento en El Arcángel y en un gran arranque de año, cuando acumula dos triunfos y un empate. Como local ha sumado 23 de los 30 puntos en juego con un estilo muy parecido al del Dépor, en cuanto a seriedad y orden defensivo, pero mucho más efectivo. Así, ha marcado 18 goles (el Dépor lleva 13) y solo ha recibido 8 (10 en contra los coruñeses). La puntería del exdeportivista Xisco tiene buena parte de culpa. Sus 17 partidos (hoy comienza la jornada número 23) no le han impedido marcar 7 goles, una cifra en la que le acompañan Ulises (4), Caballero (4) y Abel (3). Si atendemos al Dépor, al margen de los siete goles de Borja, solo los cinco de Luis Fernández arrojan una cifra por encima de los dos tantos.
Mantener la portería propia a cero se convierte en un objetivo que el Córdoba ha sabido rentabilizar al máximo en sus partidos, pues en muchos ha sabido convertirlo en triunfo. Así sucedió en Riazor, cuando sostuvo el empate sin goles en el marcador seguro de que un detalle, en este caso un despiste deportivista en una acción de estrategia, le podía dar los tres puntos. Al margen del balón parado, el juego del Córdoba se sostiene en el talento del zurdo López Silva, máximo asistente de su equipo con cinco pases que acabaron en gol.
Con la expectativa del ascenso, el equipo andaluz ha concretado tres fichajes en este mercado de invierno. El primero, Arturo, autor de quince goles en la primera vuelta con el La Roda de Segunda B y que ahora llega a Córdoba para dar réplica a Xisco. También llegó el extremo diestro Nieto, procedente del Racing de Santander, pero formado en el Madrid y que jugó en la élite con el Almería, así como Juanlu. El exjugador del Levante acaba de llegar al Córdoba tras un breve paso por la Liga griega y aún salpicado, junto a otros compañeros, por el caso Barkero en un supuesto amaño de partidos, concretamente en el Levante-Deportivo (0-4) de la pasada temporada.