La estadística sostiene que el Deportivo es un equipo serio y respetado defensivamente, pero, además, si es capaz de aguantar tantos minutos sin que prácticamente le hagan ocasiones, quiere decir que el rival dispone de más arrestos y calidad que la mayoría de los equipos de su categoría. A mí no me sorprendió el último gol de Lopo, pues se trata de un experto en este tipo de acciones y forma parte de su talento como central. Con su fichaje, el Deportivo también ha ganado eso. No es casualidad que suba en busca de esos balones, porque ya los ha marcado en el Espanyol, en el Deportivo y en el Getafe. Y lo seguirá haciendo. Así que si el Deportivo aguanta hasta esos minutos finales, siempre encontrará algo de calidad entre sus jugadores para que el gol llegue al final.
Pero esto no es un plan. Salir con la intención de que no encajar para ver si marca uno al final, no es algo definido, no es algo que está dispuesto, no está establecido. El Deportivo no puede basar su juego en eso, en encontrar una. No hay un plan y no va a salir siempre. El ideal de un equipo es ser muy fuerte defensivamente y contar con una forma de atacar estructurada. Es una dualidad difícil de conseguir, pero entre los primeros clasificados este Deportivo es el que menos personalidad ofensiva tiene. No sabemos cómo quiere asociar a sus jugadores de ataque, no tiene un plan, no hay una hoja de ruta coherente y continuada, no sabe cómo le va a llegar al rival y cómo lo va a minimizar en defensa. En mi opinión, el Alcorcón aguantó perfectamente, pero perdió por ese talento de Lopo y, sobre todo, porque le faltó una pizca de suerte. No fue superado por el Deportivo en ningún momento.
Solo he visto un plan ofensivo al Deportivo en algunos partidos, pero mientras mantuvo a Culio en la plantilla. Ahora han llegado nuevos jugadores y dicen que hay que darles tiempo, pero el problema es que estamos en febrero. El primer partido que Rabello jugó se vislumbraban avances en el juego ofensivo, pero todo eso se ha parado. Habrá que seguir esperando.