Más allá de las ayudas de sus rivales, el Dépor no logra superar su mala racha
26 may 2014 . Actualizado a las 17:53 h.El Dépor igualó ayer su peor racha de la temporada (tres empates y dos derrotas) en un duelo de escasa calidad decidido cuando los visitantes estaban con diez.
Otra vez la estrategia
El Numancia volvió a marcar a balón parado
Como en el duelo de Riazor, cuando Enrich retrató la debilidad de los coruñeses en la defensa de jugadas a balón parado, el Numancia sacó ayer partido a la estrategia. Empezó avisando el propio Enrich, que cabeceó sin apenas estorbo un centro de Julio Álvarez al segundo palo. El gallego, al que Fernando Vázquez definió como el mejor futbolista de la categoría, sacó también el córner que deparó el 1-0. Su balón colgado al punto de penalti lo remató completamente solo Regalón tras un despiste de Lopo en la marca. El Dépor volvía a encajar goles por quinto partido consecutivo y nuevamente en una jugada a balón parado, como la que aprovechó el Eibar la semana pasada. En ataque, fue Luisinho el que botó la mayoría de las acciones de estrategia. Siempre buscando la prolongación.
Rabello en la medular
Sacrificado en las ayudas y con problemas para crear
La lesión de Wilk en el calentamiento devolvió al once a Rabello, que ocupaba ya plaza en el banquillo (en su lugar se sentó Arizmendi). El chileno persistió en el sacrificio defensivo que viene mostrando desde que llegó de Sevilla, pero estuvo discreto a la hora de mover al equipo. Sí acertó en la conexión con Luisinho que acabó en el 1-1 tras un buen pase previo de Bergantiños. El canterano tampoco estuvo fino en tareas creativas y se precipitó varias veces al jugar la pelota, especialmente en los desplazamientos en largo.
Sissoko en la mediapunta
Desborde y varios pases de gran calidad
La entrada de Núñez entre los titulares llevó a Sissoko a la media punta. La gran cantidad de futbolistas acumulados en esa zona redujo el espacio disponible para las maniobras del marfileño, que resolvió el problema con quiebros brillantes y pases entre líneas para dejar en ventaja a sus compañeros. Durante toda la primera parte, las acciones del 3 resolvieron la ausencia de juego combinativo del Dépor.
Por la derecha primero
Dificultades atrás y ataques en oleadas
Antes del descanso, el juego blanquiazul se volcó hacia la banda derecha. Con Manuel Pablo en lugar de Seoane, los visitantes perdieron la presencia ofensiva del ourensano en la izquierda, así que Rabello y Sissoko buscaron constantemente a Laure y a Núñez. Por ese costado llegaron en oleadas las escasas acciones de peligro de los de Fernando Vázquez. Y también las del conjunto de Anquela. Las subidas del lateral madrileño no dieron fruto y además dejaron demasiado terreno para un exigido Lopo. Como ya ocurriera frente a la Ponferradina y el Eibar, el Numancia se cebó en esa zona.
Por la izquierda después
Los arranques de Luisinho como último recurso
Tras el intermedio, y especialmente después de la expulsión de Núñez y la lesión de Sissoko, el flanco derecho perdió presencia en ataque. Costaba dar más de tres pases y servir balones en ventaja a Borja e Ifrán que tuvieron que pelear muchas pelotas divididas. En semejante escenario se creció Luisinho, eufórico tras su gran gol. El portugués no acusó el paso de los minutos y siguió llevando hasta el área rival las arrancadas en campo propio. Sin embargo, la falta de futbolistas con los que asociarse (Manuel Pablo siguió centrado en tareas defensivas) hicieron inútiles los esfuerzos del ex del Benfica.
Media hora con diez
El repliegue no funcionó
Ante la inferioridad numérica, el míster optó por la zaga de tres centrales que ya había probado en otras ocasiones con suerte dispar. Ayer salió cruz. La falta de profundidad de los laterales y la ausencia de un enganche con el centro del campo, aisló a Borja. Además, un clamoroso fallo en el marcaje deparó un dos contra uno ante Manuel Pablo y el definitivo tanto de los locales.