Con la mala racha de resultados y la ansiedad del vestuario por alcanzar el punto que precisa para el ascenso como telón de fondo, la plantilla deportivista gozó ayer de una jornada especial. El cuerpo técnico programó un entrenamiento de recuperación que poco tuvo que ver con los anteriores. Para comenzar, cambió el habitual traslado a Riazor por las cuatro paredes de Abegondo, pero la monotonía de la preparación diaria dejó paso a los juegos. Así, las risas de los futbolistas y hasta de los técnicos (Manuel Pombo y Manu Sotelo ejercieron de grandes animadores) sirvieron como banda sonora a un trabajo ameno y distendido, que quizá no encierre ningún arma secreta para marcar un gol al Jaén, pero que aspira a servir como primer paso para recuperar las buenas sensaciones colectivas.
Un gran rondo abrió la tarea. Mientras tres futbolistas se afanaban por recuperar la pelota, el resto se pasaban el balón bajo pena de pasar al centro en caso de que estos lo interceptasen o de que su pase se perdiese fuera. El ejercicio animó al grupo, que cambió luego de balón. Con uno más pequeño, y en un campo más reducido, del tamaño aproximado de una cancha, los futbolistas se dividieron en dos bandos para disputar un particular partido de balonmano. Otra vez las risas dominaron el entrenamiento, que se desarrolló bajo una pertinaz lluvia.
Y más alegría motivó un nuevo cambio de juego, cuando Pombo trajo otra pelota, aunque esta ovalada como las de rugbi, para que los futbolistas tratasen de disputar un partido de fútbol muy particular. Se hacía muy complicado dominar aquel balón con esquinas que unos y otros trataban de llevar a la portería contraria con el pie.
Tras los estiramientos la jornada se cerró con tarea libre para los jugadores. Unos se aplicaron a un nuevo rondo, otros al fútbol tenis, algunos regresaron hacia los vestuarios para completar la mañana en el gimnasio y hasta hubo uno, Rabello, que repitió lanzamientos de falta al borde del área... con bastante buena maña, por cierto.
Sissoko, disponible
Solo Wilk, baja por culpa de una lesión, y Sissoko, con molestias desde el pasado domingo, se perdieron esta mañana de recuperación física y anímica. Todas las miradas se centran en la recuperación del marfileño para jugar mañana, aunque tanto él mismo como Fernando Vázquez reconocen la dificultad. En el parte médico semanal, el futbolista figuró ayer entre los disponibles, aunque en función de su evolución en las próximas horas. Comienza la cuenta atrás para un partido que también será diferente.