El primer deportivista está al caer. Wilk, que inició las vacaciones antes que sus compañeros, apura sus últimos días libres previos a reincorporarse al trabajo en A Coruña. Aquí le espera el recuperador Pablo López para acometer una nueva fase en la recuperación de la lesión que le impidió cerrar la Liga sobre el terreno de juego. Juntos trabajarán a partir de la próxima semana con el fin de que el mediocentro llegue en las mejores condiciones posibles al comienzo de la pretemporada.
Wilk arrancó sus vacaciones el pasado día 5, un par de días antes de que el Dépor disputase la última jornada de Liga en Gerona. El mediocentro recibió permiso para irse a su país natal, Polonia, donde está trabajando con un fisioterapeuta de su confianza con el fin de acabar de recuperarse de la rotura en el gemelo de la pierna derecha.
Lesionado en el calentamiento de la antepenúltima jornada, cuando iba a ser titular en Soria contra el Numancia y lo acabó sustituyendo Rabello, el futbolista pretende ofrecer su mejor versión en el salto a Primera, después de una temporada de altibajos.
En el debut con la camiseta blanquiazul su protagonismo disminuyó con el paso de las jornadas. Comenzó como pieza indiscutible en el centro del campo, con Álex Bergantiños como improvisado central, pero una lesión en el pie cortó su progresión. Volvió en la segunda vuelta, pero ya fue solo cinco veces titular.
Con contrato en vigor para la próxima temporada, y mientras el club peina el mercado en busca de dos nuevos mediocentros, Wilk se perfila como el eslabón más débil de esta posición. El compromiso de Bergantiños finaliza en el 2016, mientras el Deportivo se afana por renovar a Juan Domínguez, cuyo vínculo culmina al final el 30 de junio del 2015.