El equipo que acarició el título de Liga en la temporada 93-94 defiende un récord que nadie ha logrado amenazar
20 nov 2014 . Actualizado a las 15:29 h.Liaño bajo palos. Ribera, Djukic y Voro (al principio fue Albístegi) de centrales, con López Rekarte y Nando como carrileros. Es la defensa clásica con la que el Superdépor de Arsenio Iglesias sorprendió a propios y a extraños, una zaga que sostuvo a un equipo que acarició el título de Liga. Las medallas siempre se las cuelgan a Bebeto, Fran y Mauro Silva, pero el Deportivo de la temporada 93-94 se hizo con un pequeño hueco en la historia del fútbol gracias, principalmente, a su defensa. Liaño solo tuvo que agacharse a recoger la pelota del fondo de la red en 18 ocasiones, una cifra que nadie ha sido capaz de mejorar hasta el momento. El Barça de Guardiola, que apenas concedía la pelota al rival, recibió 21 goles en su mejor versión. Simeone, consciente de que no podía igualar a sus competidores en el apartado ofensivo a sus competidores, construyó un Atlético que ganó la Liga cimentado en su excelente defensa. ¿Goles encajados? 26. Muy lejos de los 18 de la telaraña tejida por O Bruxo de Arteixo. El Dépor moderno nació con cinco defensores, y todo apunta a que Víctor Fernández regresará a los orígenes.
No hace falta que Víctor Fernández eche la vista tan atrás. El último entrenador que empleó una zaga de cinco con éxito fue Lotina. El 2007-08 fue el primer curso del de Meñaca en el banquillo de Riazor. Se comió el turrón de milagro, con el equipo tonteando en las últimas posiciones de la tabla clasificatoria. Lotina no daba con la tecla hasta que apostó por la defensa de cinco. Lopo, Coloccini y Pablo Amo, que oficiaba de líbero, con Manuel Pablo y Filipe Luis en las bandas, fueron los más empleados en una zaga en la que también aparecía con asiduidad Piscu (canterano que acabaría en el Wigan inglés) y en la que Aythami empezaba a asomar la cabeza. El Dépor remontó el vuelo y acabó colándose para disputar la malograda Intertoto. En temporadas posteriores Lotina trazó el mismo plan cuando su equipo era incapaz de sumar puntos con el ritmo adecuado. Concretamente en la 2010-11, que acabará con los huesos del equipo en Segunda división. Aquel equipo comenzó su andadura por el campeonato doméstico de forma desastrosa y no ganó su primer partido hasta la jornada 9, cuando recibió al Espanyol y le endosó tres goles. Lopo y Colotto eran los dos intocables de una retaguardia en la que también participaron Rochela, Zé Castro o Aythami. El Dépor remontó el vuelo, aunque en las últimas jornadas cayó en picado hasta la Segunda división.
Fernando Vázquez también empleó en alguna ocasión defensas de cinco futbolistas, pero siempre de forma intermitente, impulsado por la naturaleza del rival, de las características del estadio o incluso por momentos muy determinados de partido.
Víctor Fernández prepara el encuentro de este fin de semana con defensa de cinco futbolistas. Incitado por las bajas y, especialmente, por la necesidad de compactar un equipo que ofrece peores sensaciones de las que le gustaría a sus aficionados, el entrenador busca una victoria que le convide a repetir once.