El de ayer, en el Calderón, fue uno de esos partidos que no pasarán a la historia aunque este, lamentablemente, será recordado por la tragedia protagonizada fuera del campo por unos individuos salvajes que se denominan a sí mismos seguidores de los equipos. Hay otros antecedentes similares y no lejanos que costaron muertes sin que, por lo que se está viendo, resulte imposible evitarlos. De lo sucedido ayer en las inmediaciones del Manzanares ya informa ampliamente este periódico.
Por nuestra parte intentaremos comentar el adverso 2-0 sufrido por el Deportivo, resultado que no puede sorprender puesto que el aficionado coruñés tampoco contaba con ganar, objetivo que hoy por hoy no está al alcance del equipo blanquiazul que ayer vistió camisetas blancas con franja azul, colores de la bandera gallega.
El partido no merece más comentario salvo decir del Deportivo que acudió a Madrid cumpliendo con un calendario en donde aparecen dos próximos partidos que, de ganarlos, permitirían un respiro coruñés en esta Liga que ya no resultó cómoda en momentos anteriores. No es preciso recordar que esos dos partidos serán frente al Málaga y Elche en Riazor. Lo mejor ahora es prestarles la mayor atención porque resulta una imperiosa necesidad sumar los puntos, evitando males mayores que agravarían todavía más la situación del equipo.