El argentino se suma a la nómina de atacantes de un Dépor falto de gol
11 dic 2014 . Actualizado a las 15:25 h.«Ahí vamos, ahí vamos». Luis Fariña lleva casi 20 días repitiendo la misma frase. Entonces, en la segunda semana del parón liguero que precedió a la visita de la Real, comenzó a especularse con una recuperación récord del argentino, que un par de jornadas antes había sufrido una lesión muscular de grado 2 durante el duelo con el Getafe. Las previsiones iniciales apuntaban a un plazo cercano al mes y medio para que el mediapunta pudiera volver a jugar sin molestias, pero la apurada situación del Dépor y las numerosas bajas del plantel llevaron al cuerpo técnico a plantearse forzar el regreso de Fariña.
Finalmente, el retorno se pospuso y el futbolista cedido por el Benfica se perdió también la visita al Calderón y los dos encuentros con el Málaga. Citas (las ligueras) que elevaron a cuatro el número de partidos consecutivos en los que el conjunto blanquiazul no consiguió ver puerta. Las señales ofrecidas frente al equipo de La Rosaleda fueron buenas, pero no hubo suerte de cara al gol (penalti errado incluido) y otros tres puntos fundamentales volaron de Riazor.
Encuentro crucial
El equipo está penúltimo en la tabla, con los mismos puntos que el Elche, colista y próximo rival, y la continuidad de Vïctor Fernández pasa por un triunfo ante los ilicitanos. Para conseguirlo será necesario que el Dépor recupere el acierto frente a la meta adversaria y Fariña se presenta como el revulsivo ideal. Si no para finalizar las ocasiones, sí para generarlas.
Sin Lucas Pérez, y con Iván Cavaleiro obligado a ocupar plaza en punta, el equipo coruñés carece de un enganche entre el habitualmente sobrepasado centro del campo y la usualmente desabastecida delantera. Y esa es la función favorita del argentino, séptimo jugador más utilizado por Víctor y líder del plantel en porcentaje de pases acertados.
Fariña concluyó la semana pasada entrenándose con el grupo y se ejercitó con total normalidad tanto ayer como el martes. Todavía no tiene el alta médica, pero se da por segura en los próximos días. A tiempo para entrar en la convocatoria de un duelo en el que el Dépor, y sobre todo su técnico, se juegan mucho.