En un propósito que luego no cumplo, intento salir de ese crispado ambiente que se respira en el entorno del Deportivo. Incluso lo recomienda el médico, explicándome que en momentos así, lo mejor es apartarse de esa turbulenta corriente pasando a un clima normal, en donde las derrotas duelen pero las victorias (en ocasiones también los empates) traen consigo una dosis de aliento que ayuda a mantener la ilusión. La frase de que «aquellos a los que no les gusta el fútbol, no saben lo que ganan», resulta una gran verdad? Cuando el viento está en contra impidiendo que lleguen las alegrías. Pero la afición por el fútbol es tan fuerte que uno no es capaz, ni siquiera lo intenta, de borrarlo de su mente por muchos propósitos que se hagan.
Así vamos por la vida, corta en unos casos y duradera en otros muchos. Pero ya es tarde para ignorar y dejar de lado las circunstancias desfavorables que sufre el club y sus dirigentes quienes, en estos momentos, aguantan lo que no está en las escrituras. Lo último, son las declaraciones de Manuel Pablo diciendo públicamente que él «entiende que el Deportivo cese a Víctor si no ganan al Elche». Frase que me resulta inaudita pues hasta ahora jamás leí o escuché algo igual dicho por uno de los capitanes del equipo implicado en problemas tan serios.
Las palabras de Manuel Pablo, unidas a la desaparición de Ángel María Villar, son notas sorprendentes que originan estupor. Mejor, pues, terminar aquí el penoso comentario de hoy.