
Hace tres meses que el luso recibió el alta, pero aún no ha debutado en Liga
12 ene 2015 . Actualizado a las 14:04 h.El 2 de marzo del año pasado, Diogo Salomao se tiró al suelo en plena carrera durante un partido con el Hércules. El portugués se había roto el ligamento cruzado de su rodilla derecha. Se operó en Lisboa y regresó a Riazor para participar en la fiesta del ascenso, que arrancó dentro del terreno de juego. No ha vuelto a pisar ese césped desde entonces.
El Sporting volvió a ceder en verano al habilidoso extremo, que continuó su proceso de recuperación en A Coruña. El 26 de septiembre comenzó los entrenamientos con el grupo y el 5 de noviembre recibió el alta médica. Desde entonces, Salomao ha sido uno más en las sesiones en Abegondo, pero apenas ha entrado en los planes de Víctor Fernández.
El técnico maño ha insistido en varias ocasiones en la necesidad de tener paciencia con el de Amadora y en que sería el propio futbolista el que eligiese cuando reaparecer. El 12 de diciembre, Diogo afirmaba en una entrevista en La Voz que «en breve» daría el paso de jugar partidos. Una decisión que se produjo durante el doble desplazamiento a Málaga y Villarreal, a finales del 2014.
El portugués volvió a disputar un partido oficial en la cita copera de La Rosaleda, donde en el minuto 69 reemplazó a Luisinho, ya con el marcador 3-1 en contra para el Deportivo. El 2015 pareció arrancar bien para Salomao, que entró en la convocatoria para el choque contra el Elche y recibió una enorme ovación cuando calentaba en la banda. «Fue un momento espectacular, inolvidable. Son muchos meses parado, muchos meses fuera. Cuando entras a calentar y ves la reacción del público te toca», declaraba el extremo el pasado jueves, unas horas antes de conocerse la convocatoria para el encuentro del Ciutat de Valencia.
«No lo vemos y no se ve»
«Estoy con muchísimas ganas de poder debutar en Liga», afirmaba en su charla en Radio Voz. Poco después, Víctor Fernández entregaba una lista en la que no figuraba el luso. El míster comentaba en sala de prensa que la ausencia se debía a que «nosotros no lo vemos y él tampoco se ve».
Tres meses después del alta, el entrenador sigue sin hacer hueco a uno de los pocos especialistas ofensivos de banda con los que cuenta en la plantilla. Ni siquiera los problemas de Lucas han acelerado la reincorporación de Diogo, que siempre ha apostado por la cautela. «Ha sido complicadísimo, especialmente a nivel psicológico», explicaba en su última entrevista el jugador cedido por el Sporting de Lisboa. Reconocía haber sufrido «pequeños percances después de la operación. A veces se inflama un poco la rodilla, pero con unos días de descanso se pasa. Nada grave». Lo suficiente, sin embargo, para que la grada lleve una vuelta completa esperando a uno de sus futbolistas más queridos.