Creíamos posible conseguir algún punto y la esperanza coruñesa pronto comenzó a anidar en el seguidor deportivista. Este, igual que la mayoría, dudaba de que su equipo fuese capaz de sorprender anoche al Rayo, a pesar de que este solo contaba con dos triunfos en Vallecas, aunque le venían salvando sus conquistas fuera de casa, algo que parecía estar vedado para este Deportivo que sorprendió a todos en Madrid.
Empezó el partido con susto coruñés en el primer minuto pero el Deportivo pronto le tomó la medida al rival, hasta el punto de que se adelantó en el marcador con un gol nacido en un rebote. Cuando más parecía que el equipo coruñés tuteaba al Rayo, un descuido defensivo facilitó el empate de los de Vallecas.
Con el 1-1, el partido fue ganando en movilidad y el Dépor no se quedaba atrás. Cinco saques de esquina para el Rayo, por dos de los coruñeses. A medida que avanzaba el reloj, allí no cedía nadie, lo cual nos hizo pensar en la posibilidad de llegar al final con un empate.
Pero nos quedamos cortos porque el Deportivo, que jugó un estupendo partido en Vallecas, terminó ganando un encuentro en el que tampoco se le exigía más de un punto, pero regresó con los tres que estaban en juego. Ya lo había dicho Paco Jémez: «El Deportivo es uno de los peores rivales», y dio en la diana. Como diría el paisano después de respirar tranquilo al final del encuentro: «Nuestro equipo superó con justicia y méritos este partido y también la cuesta de enero».
Ahora, que no deslumbre el éxito porque todavía hay que subir peldaños que alejen al histórico equipo de las posiciones difíciles.