El Dépor recupera el gen competitivo del delantero portugués para el último tramo de la Liga
24 abr 2015 . Actualizado a las 13:38 h.Contó que había elegido el Dépor para volver a disfrutar del fútbol, pero poco ha podido gozar hasta la fecha. Empezó discreto y cayó en picado. Desde que comenzó el 2015, su radio de acción en Abegondo se ha ceñido al trecho que separa el gimnasio del fondo del aparcamiento, donde tiene estacionamiento reservado. Casi siempre es el primero en abandonar el vestuario y consume del tirón el paseo hasta su auto. Nada que ver con la chavalada lusa, que regularmente detiene el paso para retratarse con alguna groupie adolescente o firmar camisetas a los críos. El gesto serio de Postiga se esfuma mucho antes de que asomen la sonrisa dentada y el pulgar en alto de Cavaleiro y compañía. Relevo generacional y de estados de ánimo.
El retorno del Deportivo a Primera ha convertido en extraños compañeros de equipo a una efervescente promesa del Benfica y a un veterano cascarrabias pulido en O Dragao. El encarnado, que llegó de tapadillo, ha explotado en A Coruña. Su compatriota, presentado en Riazor ante una pequeña multitud, apenas ha dado juego, martirizado por las lesiones, la ausencia de ocasiones y de puntería. Pero faltan seis partidos y un delantero para Málaga, así que Postiga puede estar a tiempo. Ayer metió un buen gol de cabeza, lamentó con los brazos en alto una pifia de Fabricio, y acabó el partidillo abroncando a Salomao por no haberle elegido para el pase. Si el tanto es buena señal, el cabreo es un luminoso con la marca de la casa. Porque al de Vila do Conde le duele perder aunque solo se juegue la honrilla, y hacía tiempo que, recluido en el gimnasio, no se le escuchaba bufar en compañía.
Tanto que su último duelo como titular lo disputó precisamente en La Rosaleda, donde Víctor Sánchez tendrá ocasión de contar con el único futbolista blanquiazul que ya ha mojado en ese estadio esta campaña. Postiga anotó el gol de la honrilla en el 4-1 con el que concluyó la vuelta copera. Y doce días antes, en Riazor, fueron también los andaluces los últimos que vieron al internacional portugués formar en un once inicial liguero.
Ya marcó en Málaga este curso
Coincidencias que bien podría Helder redondear el domingo, engrosando la famélica cuenta del equipo que menos marca a domicilio.
No es descabellado pensar en que el ariete figure entre los hombres de banquillo para la cita al mediodía. Toché no estará disponible por culpa de la acumulación de amarillas y el míster querrá alternativas para el ataque en la recámara. Sobre todo si sigue apostando por acumular hombres en punta, como hizo ayer durante la serie de partidillos en Abegondo. En dos de los cuatro, Cavaleiro secundó a Oriol en la parte alta. En otro, la superpoblación se trasladó a la medular, donde Víctor montó un trío.
Borges y Bergantiños, pareja más habitual en el centro del campo durante los ejercicios, estuvieron acompañados durante un rato por Juan Domínguez. El Costarricense ocupó el medio del trivote, con el coruñés a la derecha y el naronés a la izquierda.
El resto de jugadores que parecen fijos (apenas rotaron durante las pachangas) son Luisinho en la izquierda, Lopo en el eje de la zaga y Lucas en el costado diestro de la segunda línea de ataque. Es poco probable que este último, que ayer hizo un buen gol tras un eslalon, recupere la plaza en la que más actuó con el anterior técnico: la mediapunta.
Sobre el relevo de Sidnei (el otro sancionado en las filas coruñesas) Víctor dio pocas pistas. Atendiendo a los partidillos, el que menos opciones tiene de hacer pareja con Lopo es Manuel Pablo, que siempre formó con el grupo de teóricos suplentes. Borja e Insua se turnaron entre los presuntos titulares.
Independientemente de los nombres, lo que parecen claras son las instrucciones. «Atacamos los once y defendemos los once», insistió el míster en varios momentos del ejercicio, mientras pedía intensidad a sus futbolistas. Postiga puso de su parte, con Málaga en la retina.
Oriol Riera: «El que entre en una dinámica negativa se va a quedar»
Oriol Riera valoró en sala de prensa la situación por la que atraviesa la competición liguera y las opciones de permanencia del Deportivo: «Ahora mismo, estamos en un momento el que quien entre en una dinámica negativa, mentalmente hablando, se va a quedar, y yo creo que el Deportivo no es uno de ellos. Vamos a luchar hasta el último partido, hasta el final. No queda otra que seguir sumando y quien baje los brazos es el que va a descender. Quien deje de pisar el acelerador es el que se mete ahí»
El delantero blanquiazul subrayó la necesidad de puntuar en las dos salidas consecutivas que debe afrontar el equipo. «Tenemos dos partidos importantísimos en cuatro días y hay que ir con las ganas de competir al máximo, sacar puntos, pensar que nos jugamos en cada balón la posibilidad de sumar y estar tranquilos», insistió.
«De la parte baja no está ni uno salvado, puede pasar de todo y hasta el último partido no se decidirá. Quien piense que ahora ganando los dos partidos está salvado, se equivoca. Hasta el último partido será un toma y daca constante y eso es lo que nos queda», apuntó Riera ante los medios.
Entrenamiento matinal
La plantilla blanquiazul está citada hoy a las 10.30 horas en Abegondo para realizar su penúltimo entrenamiento antes de viajar a Málaga.
Darder: «El Deportivo va a salir a morir contra nosotros»
El centrocampista del Málaga Sergi Darder habló ayer del encuentro que se disputará el domingo en La Rosaleda. Empezó refiriéndose al rival, del que destacó su necesidad de puntos: «El Dépor es un equipo que se está jugando mucho y nos lo pondrá muy complicado. Es más peligroso un descenso que conseguir algo arriba y ellos se están jugando descender, que es algo que vivieron hace poco tiempo y no querrán repetirlo. Van a salir a morir contra nosotros. Tenemos que jugar con eso, con la presión de tener la necesidad de ganar».
Por ello, reiteró que será un partido «difícil» porque el conjunto gallego se está jugando «mucho». «Los últimos diez partidos de liga son diez finales, donde casi todo el mundo se juega algo, no sabes que prefieres si jugar contra el primero o al último porque todos tienen posibilidades de algo», advirtió.
Además, el de Artá no olvida que el partido de ida en Riazor fue «muy disputado» y «se decidió por detalles».