El compromiso de Lopo

Alexandre Centeno Liste
Alexandre Centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

lof

Con parte de la hinchada en contra, obtuvo en San Mamés el premio a su entrega

11 may 2015 . Actualizado a las 17:38 h.

Cavaleiro centra, Lopo remata, Herrerín canta y el deportivismo grita «¡Goool!». Fue un gol de corazón. De coraje. El premio al compromiso del que llegó a ser uno de los mejores centrales españoles, castigado por una parte pequeña de la hinchada blanquiazul por haberse ido al Getafe hace cuatro años tras concluir su vinculación con el Dépor. Y que quiso dedicar el tanto, precisamente, a «la afición que siempre está con nosotros».

Con su gol ante el Athletic, que de momento sirve para salir de puestos de descenso y seguir soñando con la permanencia, Lopo redime el pecado que pudo haber cometido en aquel momento y da al Deportivo un halo de esperanza de seguir un año más en la élite del fútbol español. Y, lo que es más importante, asegurar su futuro en caso de lograrlo.

En uno de sus mejores partidos de la temporada, mandó en defensa, fue bien al corte, desquició a Aduriz (provocó la tarjeta que vio el vasco) y, cuando estaba todo perdido, decidió que su puesto estaba en la delantera, mandó para atrás a Sidnei y se parapetó él en las inmediaciones del área visitante. Era como si tuviera una premonición de que San Mamés obraría el milagro con su ayuda.

Y lo consiguió. Y gritó gol más fuerte que nunca. Y enloqueció. Y se quitó la camiseta. Y vio una tarjeta que lo hace igualar o superar a Hierro como el futbolista más tarjeteado en la historia del fútbol español. Unas estadísticas conceden al malagueño 155 y otras 156. Lopo, con la de ayer suma 156.

Pero ni esta tarjeta le arrebató la alegría y éxtasis que le produjo inyectar a su Dépor una dosis extra de esperanza. Atrás quedaban los momentos duros en los que esa minoría lo recibió a su regreso con una pancarta de repulsa: «Donde dije digo, digo Lopo. Mercenarios no». Su reacción fue el silencio fuera del campo, el trabajo en los entrenamientos y un alto rendimiento en los partidos. Dos goles en el primer año de su regreso, en Segunda, uno en el último minuto en Alcorcón, contribuyeron a que el Dépor lograra el ansiado ascenso.

Objetivo logrado y no tardó en pactar su renovación. Con 34 años apostaba por el sentimiento lejos de otras ofertas que había tenido para irse. Dos temporadas más para un futbolista que tras firmar reconocía que le había resultado muy fácil su decisión: «Ya no miré otras posibilidades. No hubo que darle vueltas. De las experiencias se aprende y tengo claro que cuando uno está a gusto en un sitio no tiene que mirar nada más».

Una promesa de amor que pudo romperse el pasado mes de enero cuando, en medio de un problema personal que le aconsejaba abandonar A Coruña, recibió una oferta importante de un club de Primera. Se dirigió al Deportivo, expuso su situación y pidió marchar. La respuesta fue un «no» rotundo. Al menos, hasta finalizar la temporada.

Igual que hizo ante los reproches de la grada, el barcelonés guardó silencio y siguió trabajando. Y luchando contra sus eternos problemas de espalda y una rotura fibrilar que combatió sin dejar de jugar.

Así minuto a minuto, hasta acumular 2.496, siendo uno de los indiscutibles, tanto para Víctor Fernández como ahora para Sánchez del Amo. Su partido contra el Athletic y su heroico gol refrendan el compromiso de un Lopo, a la espera de lo que el futuro le depare (le queda un año de contrato) quiere dejar al Dépor en el lugar que lo conoció: Primera División.