Más homenajes que fútbol en el partido entre Deportivo y Las Palmas
TORRE DE MARATHÓN
Eso fue lo que exhibieron ambos conjuntos durante la primera parte en un partido sin historia y sin ocasiones
12 abr 2016 . Actualizado a las 11:07 h.Después de que Djukic fallara el penalti que privó al Deportivo de ganar su primera Liga en 1994, el club eligió el lunes siguiente para que celebrar un partido que sirviera de homenaje a esa afición que había visto la gloria tan cerca y se había quedado con la miel en los labios. Veintidós años después, otro lunes en Riazor parecía que había sido escogido por el club coruñés y el Las Palmas para otro partido de homenaje, en este caso al reencuentro entre Valerón y Manuel Pablo. Eso fue, al menos, lo que exhibieron ambos conjuntos durante la primera parte de un partido sin historia y en el que hubiera dado igual quién se colocara bajo los palos de la meta local, ante la falta de ocasiones.
En la segunda parte un tempranero gol de Lucas hizo despertar un partido que iba camino de recibir el calificativo de biscotto por el poco ímpetu mostrado por los contendientes y la valía que el empate tenía para ambos. Pero una vez que quedó claro que no había pacto de no agresión válido, el Las Palmas fue perdiendo poco a poco el respeto a un Dépor que se las prometía felices dando casi por cerrada la permanencia y así aun tendrá que seguir haciendo números.
Portería
Víctor apostó por dar continuidad a Manu. La gran incógnita que presentaba el partido era saber quién iba a ocupar la portería deportivista tras la lesión de Germán Lux. Pletikosa había actuado en San Mamés, pero Manu había sido suplente en los dos últimos compromisos. Finalmente, Víctor apostó por dar continuidad a Manu, que fue el encargado de reemplazar al argentino en Balaídos. En la primera parte, apenas tuvo trabajo, mientras que en la segunda, quizá podía haber hecho algo más en los goles del conjunto visitante.
Bandas
Búsqueda del desequilibrio con Fede Cartabia y Cani. Frente a un Las Palmas que gusta de jugar al fútbol y no tiene problema por tocar y tocar, Víctor optó por prescindir de la brega de Fayçal Fajr y prefirió contar con dos bandas más ofensivas y de creación con Cani y Fede Cartabia. Y encontró lo que buscaba, al menos con el argentino. El futbolista cedido por el Valencia sigue confirmando que está dispuesto a concluir la temporada a un alto nivel. Buscó el desmarque, encaró, se fue al centro, chutó y... hasta defendió como pocas veces siendo uno de los futbolistas blanquiazules que más balones robó, principalmente en la primera parte. Su cambio, con empate en el marcador, no fue entendido por buena parte de la grada.
Fallos individuales
Desacierto en la línea de ataque y errores puntuales en los goles canarios. Más allá del merecimiento que pudo haber tenido, probablemente el principal motivo por el que el Dépor no se quedó ayer con los tres puntos en juego estuvo en los errores individuales cometidos por sus jugadores e, incluso, por el árbitro al que se le reclamó un penalti en el minuto 85 por manos dentro del área. Empezando por Lucas, que en la primera parte tuvo una clarísima ocasión que elevó en exceso ante la salida de Javi Varas y casi al final mandó un balón al palo, Luis Alberto y Lopo (acabó jugando de delantero centro) fallaron dos oportunidades a puerta vacía. Por no hablar de la espuela de Sidnei que casi es gol. Ocasiones que en época de racha entrarían todas, no fue gol ninguna. Atrás, el primer gol llegó en un despiste defensivo con Araujo que le coge bien la espalda a Sidnei; y el segundo se produce después de que Navarro convirtiera en córner un inofensivo fuera de banda. Así, el cúmulo de fallos puntuales acabó convirtiéndose en un despropósito que finalizó con Riazor pitando sonoramente al equipo.