El Deportivo maquilla sus penas en Eibar con un empate vital

El récord histórico de empates en Primera división (18, como las jornadas que lleva el equipo coruñés de forma consecutiva sin dejar su meta a 0) permite al Deportivo respirar con cierto alivio después de otra pobre exhibición en Ipurua. El  Eibar, con lo justo, se adelantó en el marcador y apenas tuvo problemas para manejar su ventaja durante una hora de partido. Hasta que Fede Cartabia, el blanquiazul más activo y punzante, encontró un gol que maquilla las penas futbolísticas del Dépor, un equipo que con este 1-1 asegura casi con toda certeza la permanencia y evita asomarse a un abismo más oscuro al que su pobre juego y su pésimo balance de resultados en la segunda vuelta le hubiera abocado en cualquier otra circunstancia. 

Se manifestaron heridos en su orgullo deportivo los jugadores del equipo coruñés tras el 0-8 y quizás por eso fue más decepcionante su puesta en escena en Ipurua. De nuevo lento en las transiciones, sin ideas para ser punzante en ataque, sin intensidad en la presión para recuperar la pelota, el Dépor penó durante los primeros 45 minutos con sensaciones de equipo sin alma, como si nada hubiese pasado tras el meneo histórico del Barça, o como si la clasificación no se fuera achicando cada vez más por abajo. El Eibar, un equipo tan aseado como limitado de recursos, marcó en su primera ocasión aprovechando su supremacía en el juego aéreo, y no sudó demasiado para mantener su ventaja ante un rival muy tocado en lo futbolístico, casi más que en lo anímico.

Víctor recuperó a Arribas tras su sanción pero perdió minutos antes del inicio a Fernando Navarro, por problemas gástricos. Cuestionado, el madrileño tiró de Fayçal Fajr y de Fede Cartabia en las alas para nutrir a Lucas y Oriol, ambos interiores a pierna cambiada. No subieron Laure ni Juanfran y el resultado fue que el Dépor, sufriente desde hace meses en el centro del campo por la bajona de Mosquera, se quedó sin mucha más salida que el balón largo a Riera y la búsqueda de la segunda jugada. Por debajo en el marcador desde el minuto 7, cuando Adrián marcó tras un rebumbio en el área a la salida de un córner (y desvío desafortunado de Oriol ante Manu), el Dépor se vio obligado a remar con el marcador y sus propias neuras encima.

Perdida casi toda frescura colectiva, la mayoría de automatismos que le catapultaron en la primera vuelta, apareció la chispa de Fede Cartabia, el único valiente en el uno contra uno, para dar aire a un equipo ahogado. Del argentino partió la iniciativa y de Lucas las únicas llegadas. Apenas tocó dos pelotas con sentido el coruñés, pero sirvieron dos centros de gol. Uno lo voleó de zurda Fajr ligeramente desviado, y el segundo no lo alcanzó Oriol para empujar en área pequeña. Asier Riesgo vio el resto de la acción desde una distancia de seguridad bajo los tres palos. 

Mientras, cada vez que el Eibar cruzaba el centro del campo había incertidumbre, ya fuera por la agitación de Keko, la movilidad de Borja Bastón o la presencia de Enrich, ya fuera por la tendencia pesimista de 18 partidos consecutivos encajando de los coruñeses. El exdeportivista remató con peligro en dos ocasiones antes de que los de Mendilibar plegaran velas, cómodos en el dominio poco productivo del rival, que llegó a lanzar cuatro saques de esquina seguidos sin arañar a Riesgo. 

Ni la iniciativa de Cartabia ni los dos chispazos de Lucas auguraban grandes expectativas de cara al segundo acto. Pero el Dépor mejoró, una de las pocas cosas positivas que se han mantenido en la temporada: muchas veces ha empezado perdiendo y muchas ha logrado igualar. Lucas se asoció con Oriol en la derecha y el pase rebotado del catalán cayó en pies de Laure, que remató como buenamente pudo sin peligro. Poco después, otra acción iniciada por Lucas facilitó el remate de rosca de Fede dentro del área, que se perdió por milímtros. 

Con muy poco, el Dépor salibaba el empate, pero fue el Eibar el que más cerca estuvo del gol. Hajrovic, un peligro constante a balón parado, chutó una falta directa en la escuadra de un Manu impotente. Fue la última llegada del Eibar, que no supo sacarse de encima la mayor posesión del equipo coruñés, por más que el proceso que lleva a la generación de fútbol de ataque estuviese aún oxidado. La inercia del partido llevaba hacia la portería de Riesgo. 

Y fue ahí cuando a la movilidad de Lucas y la constante de Fede Cartabia se sumó Sidnei. Discreto de nuevo en la marca, dos subidas del brasileño lubricaron las dos mejores acciones del Dépor. Primero encontró a Borges en el pico izquierdo del área del Eibar, para que el tico centrase a Cartabia, quien apuró el remate en exceso sin coger portería. Después, inició la contra para Lucas, quien invirtió de nuevo de izquierda a derecha para Fede. El argentino congeló el tiempo en el área y cruzó entre un bosque de piernas un balón que no descifró Riesgo.

El empate, a los 72 minutos, abría una ventana para el Dépor: encontrar tres puntos donde uno parecía un premio gordo. Pero las fuerzas volvieron a traicionarle y el fútbol, que nunca fue para tirar cohetes, le faltó en el rush final. El Eibar amenazó con un pase de Bastón para Enrich pero ni la entrada en el campo de Jota Peleteiro dio algo de balón al conjunto armero. Víctor, que volvió a dejarse un cambio en la recámara, introdujo a Cani y a Jonás, sin mayores consecuencias. El punto vale un mundo para el agónico Deportivo de final de temporada, que llega tan con la lengua fuera en lo físico como anémico de juego. 

Ficha técnica

1 - SD Eibar: Riesgo; Capa, Dos Santos, Ramis, David Juncà; Keko Gontán (Radosevic, m. 88), Escalante, Adrián, Hajrovic (Jota Peleteiro, m. 67); Borja Bastón (Saúl Berjón, m. 78) y Sergi Enrich.

1 - Deportivo: Manu Fernández; Laure, Arribas, Sidnei, Juanfran; Fede Cartabia (Jonás, m. 88), Mosquera, Celso Borges, Faycal Fajr (Cani, m. 71); Oriol Riera y Lucas Pérez.

Goles: 1-0. m. 7. Adrián; 1-1. m. 70 Fede Cartabia;

Arbitro: Eduardo Prieto Iglesias (Comité Navarro). Amonestó al visitante Faycal Fajr

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