Richard Barral, el arquitecto del nuevo Dépor

josé m. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

Marcos Alonso y Julio Hernando, con los que coincidió en los banquillos, y Richard Moar, con el que trabajó para el Udinese, hablan de los inicios de Richard Barral, director deportivo del club coruñés

01 jun 2016 . Actualizado a las 18:40 h.

El epílogo del convulso final de temporada del Deportivo ha tenido tres nombres propios. Tino Fernández, el presidente que zanjó la crisis confirmando la destitución del segundo protagonista, Víctor Sánchez del Amo, y que potenció a un tercer actor principal, Richard Barral, el miembro del área deportiva al que se refirió en repetidas ocasiones como «el primer ejecutivo de la dirección deportiva». Tras un primer año con el difuso cargo de «director de planificación deportiva», al coruñés Richard Barral, a punto de comenzar su tercera temporada en los despachos de Riazor, le toca ahora acertar en la propuesta de un técnico para sustituir a Víctor Sánchez del Amo y de diseñar, a pecho descubierto, el nuevo Dépor.

«Está totalmente preparado para esa labor», sostiene sobre el director deportivo del Dépor Marcos Alonso, el entrenador que lo tuvo de ayudante en los banquillos del Valladolid, Málaga y Ciudad de Granada. «En los dos años que lleva ahí ha hecho una labor fantástica para el Dépor, y lo digo porque se lo difícil que es arrancar un proyecto», afirma el exjugador del Atlético y del Barcelona. Marcos conoció a Barral a finales de los noventa y rápidamente le propuso la posibilidad de que fuera su ayudante en los banquillos. «Hablamos mucho y me gustó lo que oí. Conozco a muy pocas personas que sepan tanto de fútbol como él. Además de ser buen entrenador, ya entonces me sorprendió el conocimiento que tenía de todo el mercado. Era un estudioso».

Marcos y Richard Barral coincidieron en su etapa en Valladolid con Julio Hernando, preparador físico del club pucelano durante los últimos veinte años. «Ya entonces intuía en él un futuro director deportivo», asegura Hernando, muy sorprendido porque pese a que Barral siempre insistía en su deseo de encaminar su futuro hacia los banquillos, «tenía un enorme conocimiento de los futbolistas y del mercado». El preparador físico del Valladolid define a Richard Barral como «un hombre de club, un profesional que ve muy bien el fútbol. Conoce el trabajo de campo y además controla el mercado. Así que no me sorprende que el Dépor haya confiado en él la parcela deportiva». Pero además de las cualidades técnicas a las que apela, Julio Hernando coincide con Marcos Alonso en que una de las cualidades que acompañan a Richard Barral «es que es una persona de total confianza», «algo que en el fútbol no es muy habitual», remarca Marcos.

Lealtad

Hernando va más allá: «¿Qué te voy a contar? En esto del fútbol encontrarte a una persona tan honesta y trabajadora no es fácil». Quizá las reflexiones de Marcos y de Julio Hernando tengan mucho que ver con la anécdota que acompaña la estancia de Richard Barral en el Valladolid: al parecer, una vez confirmada la destitución de Marcos Alonso, al coruñés se le ofreció que continuara en el club, pero el director deportivo del Dépor declinó el ofrecimiento con un significativo «gracias, pero me voy con el que me trajo».

«A veces la vida te lleva por un camino distinto al que habías pensado. Yo lo había enfocado hacia los banquillos y así fue durante un tiempo. Los últimos años me llevaron hacia la dirección técnica y aquí estoy», respondía Richard Barral solo unos días después de confirmarse que en el verano del 2014 entraba en el organigrama del club al que perteneció en su juventud y a cuyo equipo juvenil entrenó a finales de los años noventa.

Entrenador y director deportivo

«Tiene talento como entrenador y estoy seguro de que hubiera sido un grandísimo entrenador», dice su amigo Richard Moar, la persona con la que trabajó desde el 2010 y durante cuatro años en labores de scouting para la secretaria técnica del Udinese y co el que ya había coincidido en el Deportivo. Moar, que reconoce que no es neutral a la hora de hablar del que califica como «hermano», sostiene que Richard Barral «es un persona incapaz de traicionar. Un apasionado del fútbol» que está seguro de que responderá al nuevo reto: «Se le ha dado visibilidad, es una situación nueva para todos. El club le da responsabilidad a Richard de verdad, pero estoy convencido de que Tino acierta. Le encanta su trabajo y es valiente. En los momentos difíciles, y ya hemos visto que acaba de pasar uno muy complicado, es muy tranquilo, sabe tomar decisiones».

Además del nivel 3 de entrenador, la biografía de Richard Barral está acompañada por un curso de dirección deportiva en la federación, lo que probablemente le ha dado una visión más amplia de todo lo que acompaña al fútbol. «Asume la responsabilidad con naturalidad y es una persona muy respetada en el mundo del fútbol», asegura Richard Moar, que atribuye a su amigo «el 70 % de los que hacíamos para Udinese». A partir de ahora, le toca proponer el nombre del técnico que se sentará en el banquillo del Dépor la próxima temporada, el cuarto de la era Tino Fernández y, probablemente, el primero en el que Richard Barral asumirá toda la responsabilidad.

La apuesta por el juego combinativo y el talento

«Estoy seguro de que las preferencias de Richard Barral se dirigen hacia el juego combinativo, pero también estoy seguro de que lo que realmente le importa de un entrenador es que sepa entrenar, que tenga una idea clara y que además sepa plasmarla». Quien así habla es un entrenador que conoce desde hace años al director deportivo del Dépor, al que vio desenvolverse en su despacho cuando trabajaba para el Udinese. «Le gusta el más el talento y todo tipo de fútbol, siempre que esté bien hecho. Conoce el fútbol y sabe apreciar cuando ve un equipo bien construido», dice el mismo técnico, que reconoce en Richard Barral su facilidad «para poner el ojo sobre el jugador y ser capaz, pese a ser entrenador, de ver más al futbolista que al juego, de separar lo uno de lo otro. Más que observar, intuye lo que puede ser en el futuro un jugador y hacia donde puede evolucionar. Decidir si un jugador es apto o no es sencillo y eso es lo que hacía para el Udinese».

Talento y calidad

Según Richard Moar, el director deportivo del conjunto coruñés apuesta por el juego combinativo -«no se si tanto como para decir que es guardiolista, pero casi», dice antes de esbozar una amplia sonrisa-, pero, por encima de todo, «tiene mucho sentido común y quiere jugadores de calidad, también defensiva. Estoy seguro de que asumirá el reto con naturalidad y pensará por encima de todo en el club».

«En el tiempo que pasamos juntos coincidimos en lo que queríamos. Siempre quiere jugar bien, le gusta el futbolista de calidad e inteligente, que sepa tomar decisiones», afirma Marcos Alonso. También Julio Hernando comparte que las preferencias de Barral pasan por «creer en el juego de ataque, por dar preferencia al talento ofensivo. Como entrenador le gustan los jugadores con hambre, con ganas de triunfar». De la labor realizada hasta ahora, Moar destaca que en apenas dos temporadas, Barral ha colaborado a «generar un patrimonio para el club. Hay jugadores que pueden crear beneficios para el club y eso es muy importante».