
De vacaciones en Canarias rompe su silencio con una única premisa: «No quiero líos ni polémicas»
05 jul 2016 . Actualizado a las 19:09 h.Han pasado casi dos meses desde que en el vestuario del Deportivo se abrió la caja de Pandora y Víctor Sánchez del Amo ofreció la sorprendente rueda de prensa en la que atacaba con dureza a Luisinho y Alberto Lopo. Ambos se han mantenido callados. Hoy, el catalán rompe su silencio. Lo hace de forma comedida. Mordiéndose la lengua, como él mismo admite, porque «el Deportivo no se merece remover el barro». El excentral rememora su etapa en el club: los buenos y los malos momentos. Pero de los últimos prefiere pasar de puntillas. Asegura que no guarda rencor a nadie y, aunque sigue dolido por el final que tuvo en A Coruña, exhibe tranquilidad y aplomo. Solo eleva el tono de voz, cuando el término «bipolar» sale a relucir.
-No ha concedido entrevistas prácticamente en toda la temporada ni a la conclusión de la misma. ¿Por qué?
-Porque era mejor mantenerme en segundo plano. Lo estaba pasando mal y no quería que unas declaraciones mías pudieran malinterpretarse o decir algo que pudiera molestar a cualquiera. Tras la temporada, traté de aislarme de todo lo que pasó y también quise tener serenidad antes de hablar. Estaba todo muy reciente y muy caliente.
-¿Lo ha pasado mal?
-Muy mal. Porque no es agradable lo que sucedió. En mi carrera deportiva nunca había tenido ningún problema con nadie y verme envuelto así, sin quererlo, en esa polémica. Es desagradable. Pero, bueno, sirve de experiencia.
-¿Qué es lo que más le ha dolido?
-Ver mi nombre en temas desagradables. Es triste. No gusta. Es lo que más duele. Pero también he de decirle que yo tengo la conciencia tranquila.
-¿Qué pasó en realidad?
-Lo pasado pasó. No hay que darle más vueltas. Los que estuvimos implicados en aquella situación sabemos lo que sucedió. Los que lo hemos vivido desde dentro. Y ahí debe acabarse. El Deportivo no se merece que removamos el barro. El cariño que siento por esa entidad me obliga a guardar silencio.
-¿Por qué se muerde la lengua?
-Porque no merece la pena hablar. Es pasado. Ahora no conseguimos nada hablando de lo sucedido. Cada uno ha iniciado un nuevo camino y ya está. De verdad. Ya está.
-¿Es usted bipolar?
-Decir que soy bipolar es una gilipollez como un templo. Es que si nos ponemos en esas, yo podría decir que la persona que dijo eso sobre mí también es bipolar por lo que le pasó con Irureta. Pero no voy a entrar en descalificaciones. No guardo rencor.
-¿En qué momento comienza su distanciamiento con Víctor Sánchez del Amo?
-Es muy largo y le repito que no quiero polemizar. Entiendo que la gente quiera saber pero le insisto en que el Dépor no merece que le volvamos a dar vueltas al tema.
-¿Le faltó al respeto en algún momento?
-Por supuesto que no.
-¿Y a sus compañeros? Sorprendió ver a Arribas salir en rueda de prensa mandándole recados.
-Menos aún. Y sobre Alejandro prefiero no hablar. Siempre que he tenido que comentar algo con un compañero lo hemos hablado en privado.
-¿Cómo es su relación con la plantilla del año pasado?
-En todas las plantillas hay compañeros con los que te llevas mejor y otros peor. Pero en líneas generales ha sido buena, como siempre.
-¿Teme que haya podido quedar una imagen suya de falta de profesionalidad?
-El que se quede con eso es porque es un ventajista. Llevo dieciocho años como profesional y nunca nadie ha dicho nada parecido de mí.
-Acabó la temporada y no jugó los 18 partidos que le hacían falta para renovar, ¿albergaba esperanzas de poder hacerlo de igual modo?
-Sabía que deportivamente no iba a ser fácil y, por encima, la temporada no acabó bien. Pero bueno, creo que la puerta del Deportivo no está cerrada. Yo no la he cerrado. Y por lo que me han transmitido desde el club, ellos tampoco.
-¿No descarta volver?
-Como jugador sí lo descarto. Pero el Dépor me ha marcado tanto que ojalá pueda trabajar un día para el club. No depende de mí, pero se ha dejado la puerta entreabierta para que el día de mañana ver qué puede pasar.
-¿Seguirá en activo?
-Aún no sé nada de mi futuro. Estoy esperando. Pero tampoco es una cosa que me quite el sueño. Como cualquier jugador estoy esperando que salga algo. Pero estoy tranquilo. Me gustaría seguir, pero si no saliese ninguna opción, me retiro. Tocará disfrutar de la familia y de mi hijo que viene de camino.
-¿Ha conseguido desconectar?
-Lo intento, lo intento... La verdad es que la familia y los amigos ayudan mucho. Ahora estoy en Canarias feliz. Muy feliz. Aguardo que salga algo pero ya le digo que sin obsesionarme.
-¿Estaría dispuesto a irse a Segunda otra vez?
-Ahora no puedo decirle porque no tengo nada concreto para estudiar. Si lo que me ofrecen es interesante, por qué no.
-¿Y al extranjero?
-Eso sí que, inicialmente, lo descarto. No es algo que actualmente me motive. Quizá por el hecho de que vaya a nacer mi segundo hijo, me tire mucho más quedarme aquí. Pero es que ciertamente me da mucha pereza ir a jugar ahora mismo al extranjero. De momento, lo pienso así.
«El Deportivo es lo mejor que me pasó en mi carrera profesional. Me ha dado mucho»

Ocho han sido los años que Alberto Lopo ha defendido el escudo del Deportivo en las dos etapas que ha estado en A Coruña. Ocho años que lo han marcado tanto que se atreve a decir que «el Deportivo es lo mejor que me pasó en mi carrera profesional. Me ha dado mucho», asegura el ya excentral blanquiazul desde Las Palmas, en donde disfruta de sus vacaciones en compañía de su pareja Aránzazu Estévez, a un mes de que nazca su primer hijo de esta relación, el segundo del futbolista.
-¿Con qué se queda de este tiempo?
-Son muchas cosas. Pero, sobre todo, el cariño de la gente del club, que siempre ha estado ahí. Además, han pasado muchos compañeros que ahora son amigos. Me he sentido un privilegiado en mi carrera por haber podido defender ese escudo.
-Haga un esfuerzo y dígame una imagen.
-Ha habido muchos momentos. Tampoco sabría decirle: el día que firmé por primera vez por el Dépor fue especial para mí, cuando marqué el tanto en Bilbao, regresar después de la lesión de la hernia y marcar en Valladolid... Y seguro que me quedan grandes momentos.
-¿El mal trago del descenso se pasó con el ascenso y con el gol de Bilbao que valió una permanencia?
-Un descenso no te lo va a quitar nadie. Eso está claro. Volví con la intención de subir al equipo y el equipo ascendió. Pero esa pena no me la quita nadie.
-¿Qué le diría a la afición después de estos ocho años?
-Cuando me despedí a través de las redes sociales, ya di las gracias a la gente, que siempre estuvo apoyándome. El Dépor tiene una enorme afición y a mí me ha transmitido mucho cariño durante todos estos años.
-También hubo reproches tras su salida y al regresar en el verano del 2014.
-Sí, pero ya dije que en su momento entendí que no fuera fácil darme un aliento de ánimo. Sin embargo, fueron muchos los que me lo han dado. Si algo me llevo de esta ciudad, en la que no descarto volver a vivir en un futuro y, como le decía, trabajar en el Deportivo, es el cariño que he recibido tanto desde dentro del club como de la afición.