El Dépor atraviesa la primera crisis de la temporada. La dolorosa derrota en el derbi ha dejado al equipo a las puertas del descenso y asolado por las dudas existentes en el deportivismo. Unas dudas que por el momento no han llegado al club, en donde se apuesta por mantener la calma y dar a Garitano la confianza necesaria para que trate de solucionar la situación. Una medida que parece acertada, ya que la destitución del entrenador tras nueve jornadas sería precipitada.
El preparador vasco tiene mucho trabajo por delante. Desde el inicio de la Liga el Dépor se ha mostrado muy dócil en ataque y ahí han comenzado sus problemas, que se han visto muy acrecentados al perder en los dos últimos encuentros la fortaleza defensiva del comienzo del campeonato. Las goleadas recibidas ante el Barcelona y el Celta han hecho un buen agujero en la línea de flotación de los coruñeses. La reparación no será sencilla, pero los pasos a seguir están muy claros, volver a ser un conjunto sólido y afinar, mucho, el plan ofensivo.
Démosle a Garitano algo más de tiempo. Creo que se lo merece, porque el equipo ha sido competitivo en la mayoría de los partidos, es cierto que atraviesa una crisis, pero veamos si el técnico la puede solucionar.
El calendario no va a ser un aliado para el Deportivo en su recuperación. Los dos próximos partidos en Riazor serán frente al Valencia y el Sevilla, y entre medias visitará al Granada, en estos momentos el colista de la Liga. Tres citas fundamentales para el futuro inmediato del Dépor y de su entrenador.