El empate ante el Valencia significó para el Dépor bastante más que un simple punto en la clasificación. Garitano pudo coger aire, el equipo recobró la confianza y muchos jugadores exhibieron su mejor versión en lo que llevamos de Liga. Sin duda, un buen punto de inicio para la consolidación del proyecto del vasco.
Los cambios en el once funcionaron y el Deportivo se mostró más incisivo en ataque, a la vez que recuperó su fiabilidad defensiva. Es cierto que no se pudo ganar, pero no hay que olvidar que el Valencia cuenta con una plantilla con mucha calidad. Ahora es el momento de continuar con esta mejoría y seguir aprendiendo y consolidando el plan de juego. El pasado lunes la grada de Riazor se divirtió con su equipo y ese es el camino.
El sábado el Dépor visitará el campo del colista, en lo que será una prueba de madurez. El Granada es el único conjunto que todavía no ha ganado un partido en Primera y con solo tres puntos tiene unas urgencias impropias de la undécima jornada. Por su parte, los de Garitano llegarán reforzados en su idea de equipo y con la obligación de demostrar que lo visto frente al Valencia no fue un espejismo.