El Deportivo recibe en Málaga un nuevo mazazo

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

El equipo coruñés sufre su tercera remontada consecutiva con un cruel gol en el 92 que frustra una gran reacción en el segundo tiempo

26 nov 2016 . Actualizado a las 17:22 h.

El Deportivo se empeña en desafiar a todo análisis. Hasta en los días en los que más méritos hace, superando al rival y sus propias lagunas, recibe castigos inmisericordes. Parecía difícil superar el que le infligió el Sevilla, pero pocas veces los verá más crueles que el del Málaga (4-3), un equipo que apenas propuso en su campo y tiró un total de 4 veces para encontrar 4 goles, el último para más inri en el 92, una puñalada para el conjunto coruñés, que había enjugado un 3-1 en contra y soñaba incluso con la victoria. El Dépor pagó caro dos despistes en el primer acto y unos minutos de zozobra en el segundo para encajar una nueva remontada, la cuarta de la temporada y la tercera consecutiva. Los de Garitano acusaron de nuevo esa incapacidad para el otro fútbol, dormir el juego cuando le conviene y agotar un partido que tenían controlado, y recibieron un nuevo mazazo para un grupo ya con la moral quebradiza, por mucho que se empeñe en levantarla, como hizo en Málaga.

Jugó de gris el Deportivo en La Rosaleda, bajo un cielo de igual color y lluvia incesante, y un panorama que amenazaba un tono más oscuro aún al equipo coruñés, que ni marcando a los 3 minutos parecía encontrar la paz. Garitano pidió a su equipo autoestima, creer en sus capacidades y liderazgo en el campo: algo de eso encontró en Málaga, con una reacción corajuda en el tramo final, pagando caro un tramo de partido donde tuvo envenenados los músculos por la ansiedad de otra remontada sufrida y la sombra amenazante del descenso tras seis jornadas sin ganar. Ese tramo, desde el minuto 46 al 72, desde el 3-1 hasta que llegó el 3-2, le costó la victoria al Dépor por más que fuera el golazo final de Ontiveros el que finiquitase el choque para los coruñeses, mejores casi siempre que el Málaga, pero frágiles en exceso en la primera parte. El empate era un mal menor y, por encima de todo, un síntoma de vida en el golpeado equipo herculino, hasta que llegó el mazazo final en el 92, que aboca de nuevo al Dépor a ver la sombra del descenso pegada a sus pies.

No pudo tener queja esta vez del árbitro cuando a los dos minutos de juego, Bruno Gama caía dentro del área escapándose de Ricca. La pena máxima permitió a Celso Borges hacer su tercer gol de la temporada y ayudar a establecerse al equipo coruñés en el partido. El enésimo meneo de Garitano al once blanquiazul optó por el trío de centrocampistas que compitieron con seriedad en el Calderón antes de la expulsión de Fajr. Encontró además al Bruno Gama más incisivo de lo que llevamos de Liga, bien auxiliado por un Juanfran cada vez más afinado en el timing de sus subidas. Al Dépor le lastró la cojera de Marlos Moreno, que en los 45 minutos iniciales no niveló el juego por la izquierda, pero el conjunto coruñés manejaba con sentido la pelota, con largas jugadas en el centro del campo y buscando las llegadas por banda. Con poca profundidad, pero con mejor relación con el esférico que muchos otros días.

El Málaga, un equipo lastimado por las lesiones y las sanciones, no daba señales de vida. Con Camacho y Kameni recuperados a última hora para dar consistencia a su andamiaje, veía cómo el Dépor tocaba y, aunque se reagrupaba bien, tenía problemas para salir. Al cuarto de hora, un balón largo permitía a Andone ganar la espalda de los centrales y plantarse ante Kameni. El rumano, en racha, cruzó en exceso y ahí el partido cambió. Perdonada la sentencia, el Dépor metió al rival en el partido y éste cogió el brazo cuando le ofrecieron el meñique. Empató Michael Santos de penalti, cometido ingenuamente por Borges sobre el mismo delantero en un abrazo del oso en el punto de los once metros. Y en otro error infantil en la salida de la pelota, Albentosa completó el esperpento con una gruesa falta sobre Juanpi, que Sandro convirtió en una falta directa a la escuadra de un impotente Tyton.

Sin que el Málaga acelerase más de lo justo, con apenas Juanpi creando problemas con la pelota a espaldas del centro del campo coruñés, sin recibir más tiros que los que supusieron los goles, el Dépor se fue al descanso con el marcador en contra. De poco sirvió su mayor porcentaje de posesión, ni la ocasión final de Bruno Gama con un tiro desviado apenas unos dedos del palo derecho de Kameni. Le cuesta al grupo blanquiazul plasmar sus buenas intenciones y, sobre todo, recibe severos castigos a sus despistes, granos en la montaña de infortunios (lesiones, árbitros, etc.) en el primer tercio de temporada. Del vestuario salió al segundo tiempo un equipo desanimado, superado por el Málaga en dos jugadas rápidas en el primer cuarto de hora, que mandaron al Dépor a la lona durante un buen rato. Tyton evitó que el Chory Domínguez embocase un centro de Juanpi poco antes de que una acción hilada de nuevo desde la derecha permitiese a Rosales centrar para el remate letal de Michael Santos.

Jorge Zapata | Efe

El 3-1 impactó de lleno en la frágil mandíbula del Deportivo, que pasó unos minutos de serio desconcierto sobre el campo. Pero el Málaga perdió a Sandro por lesión, y Garitano dio minutos a Carles GIl, y el partido viró drásticamente. El Dépor encontró a Marlos como segunda punta y la entrada del poco usado Gil revitalizó el juego de ataque coruñés. Empezaron a llegar ocasiones y el equipo creyó en lo imposible: igualar y hasta darle la vuelta al 3-1. Andone, en dos ocasiones, y Borges forzadon paradas salvadoras de Kameni, hasta que primero el rumano y luego el costarricense acertaron. El 3-2, tras un centro de Carles Gil perfectamente cabeceado por el ex del Córdoba, en racha con tres goles en tres jornadas. Después, con la viveza del extremo en el saque de una falta, un centro de Juanfran y un mal rechace de Kameni, que rebotó en el cuerpo de Borges para el doblete del tico.

El Dépor vibraba: Marlos disfrutaba de los espacios de un Málaga cansado, Andone tiraba desmarques sin descanso, Carles Gil combinaba con sentido y la segunda línea de ataque empujaba al rival a su área. El 3-3, lejos de un milagro, empezaba a parecer un resultado en peligro para el Málaga, que no sabía cómo detener la avalancha del Dépor. La inercia del partido era coruñesa, de ahí que el dolor al final fuese mayor. Mosquera fue el último relevo de Garitano para cambiar a un Marlos agotado, y en la siguiente acción, Ontiveros, que también acababa de entrar, puso la pelota en la escuadra de Tyton, una daga directa al corazón que había mostrado el Dépor en Málaga. Un equipo al que nada le sale bien, incluso cuando más lo intenta.

Ficha técnica

4 - Málaga: Kameni; Rosales, Torres, Villanueva, Ricca; Juanpi, Camacho, Fornals (Duda, m.86), Chory Castro; Santos (Ontiveros, m.72), Sandro (En-Nesyri, m.53).

3 - Deportivo: Tyton; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Luisinho; Celso Borges, Guilherme, Bruno Gama, Fayçal Fajr (Carles Gil, m.68); Marlos Moreno (Mosquera, m.89), Florin Andone.

Goles: 0-1, M.04: Borges, de penalti. 1-1, M.21: Michael Santos, de penalti. 2-1, M.39: Sandro. 3-1, M.56: Santos. 3-2, M.72: Andone. 3-3, M.81: Borges. 4-3, M.92: Ontiveros.

Arbitro: Iñaki Bikandi Garrido (Colegio Vasco). Mostró tarjeta amarilla a los malaguistas Juanpi (m.76), Camacho (m.78) y Ontiveros (m.92) y al visitante Luisinho (m. 10).