El deportivismo mira con preocupación el momento del equipo, que a pesar de perder en Málaga ofreció alguna buena noticia
28 nov 2016 . Actualizado a las 17:49 h.El nerviosismo cunde entre la afición del Deportivo, que no por falta de costumbre de las últimas temporadas en Primera (descendiendo o salvándose sobre la bocina) deja de mirar con preocupación la situación del equipo coruñés. Seis jornadas sin ganar son suficientes para dejar tocado a cualquier conjunto, y sólo el pobre bagaje de Osasuna, Granada y Sporting evitan que el Dépor duerma en puestos de descenso. Aún así, tras lo visto en Málaga, hay brotes verdes a los que aferrarse y tratar de ver con cierto optimismo el futuro inmediato de un equipo al que la suerte tampoco se le pone de cara.
La racha de Andone
Tardó en arrancar, pero Florin Andone lleva tres jornadas consecutivas viendo puerta. Ante el Málaga, hizo un gol de cabeza y tuvo opciones para marcar en otras dos ocasiones, pero Kameni lo evitó con sus intervenciones de mayor mérito. Además, volvió a dejarlo todo sobre el campo en un enorme derroche físico. Es su mejor racha de partidos consecutivos marcando en la élite del fútbol español, aunque ya había tenido otras similares en Segunda división. La temporada pasada lo logró con el Córdoba en dos ocasiones, primero en las jornadas 9,10 y 11, ante el Numancia, el Alavés y el Nàstic, y después en la 32, 33 y 34, frente al Nàstic, el Albacete y el Huesca.
La aparición de Carles Gil
Fue la gran novedad en Málaga. Carles Gil, después de varias semanas sin participar (hace un mes, 17 minutos en el derbi contra el Celta, y antes de eso otro mes sin jugar), fue la opción de Garitano desde el banquillo. Y el extremo respondió. Llamado a ser un jugador diferencial en la plantilla del Dépor, Gil se acostó por la banda derecha, desplazó a Bruno Gama y a Marlos, y el juego del Dépor hizo clic. De sus botas salieron las jugadas del 3-2 y el 3-3, y su rendimiento fue un aldabonazo para disfrutar de más minutos.
La posición de Marlos
El deportivismo espera mucho de Marlos Moreno, por más que sea un futbolista todavía en formación y adaptándose al ritmo europeo. Su posición en el equipo no acaba de estar definida, y a ese debate ayudó lo que se vio en Málaga. El colombiano apenas participó cuando jugó pegado a la banda izquierda, pero cuando el partido parecía perdido, mostró su mejor cara en el segundo tiempo. Como segunda punta tras la entrada de Carles Gil en la derecha y la posición de Bruno Gama en la izquierda, Marlos ayudó como enganche, encontró más espacios, se asoció mejor y pisó área rival con peligro. Como delantero, el ex de Nacional de Medellín parece dar lo mejor de sí.
El Borges más goleador
Discutido por un sector de la afición, Celso Borges se sigue empeñando en reivindicar su condición de líder silencioso en el Dépor. Cada vez más indiscutible en el centro del campo por su claridad con la pelota, su envergadura y su llegada, el centrocampista tico volvió a exhibir galones y pegada, asumiendo la responsabilidad del primer penalti del Dépor sin Lucas como tirador e irrumpiendo en el área rival para encontrar el empate en una jugada afortunada, sí, pero en la que tenía que estar. Borges es el máximo goleador del Deportivo y ya mejora su registro realizador de una temporada como blanquiazul.
La capacidad de reacción
El Deportivo llevaba cinco jornadas sin ganar, recibiendo golpes en forma de lesiones, decisiones arbitrales, problemillas internos, mala suerte... Le habían remontado los últimos tres partidos de Liga, y en Málaga iba camino del cuarto consecutivo con el 3-1. Si ahí los blanquiazules hubiesen bajado los brazos, pocos podrían reprocharles el bajón psicológico. Lejos de eso, el Dépor recuperó el tono, encontró su mejor fútbol, y tuvo ocasiones no sólo para lograr ese 3-3, sino también para darle la vuelta al marcador. El camino a seguir para salir del bache.