Las líneas bien juntas y Szymanowski

TORRE DE MARATHÓN

LOF

El Dépor aprovechó al máximo su ejercicio de resistencia y un gran error de Bakambu

15 may 2017 . Actualizado a las 10:26 h.

A partido acabado, Lux reconoció lo evidente: «Hemos venido a defendernos bien, a ver si teníamos una última ocasión». La estrategia salió redonda. El Dépor apretó filas en Villarreal y a la hora de partido aprovechó su oportunidad en Bilbao. El conjunto de un Garitano distinto al que arrancó la campaña pilotando el banquillo de Riazor completó los deberes de los coruñeses. Szymanowski aprovechó una acción trenzada y una genialidad de Gabriel Pires para firmar la mejor diana blanquiazul de este curso; anotada a casi 500 kilómetros de distancia del recinto en el que Pepe Mel había atrincherado a sus hombres. El Deportivo, desde donde se ha machacado con el mensaje de que la salvación estaba en manos propias, cerraba el objetivo por cuenta ajena. Para poder celebrar a gusto tuvo incluso que esperar medio minuto una vez que Gil Manzano dio por concluido el duelo del Estadio de la Cerámica. Durante el encuentro, los visitantes tuvieron el mérito de anular al menos a su adversario directo, en un ejercicio de concentración defensiva con escasos precedentes este curso.

El orden y la contundencia del huésped provocó un resultado inédito en territorio amarillo desde el estreno en casa. Dejó además sin ver puerta al anfitrión; algo que no les había sucedido a los de Escribá en los últimos ocho partidos en su cancha. Ayudaron enormemente un par de manotazos de Lux a la pelota y también el increíble error de Bakambu. El congoleño, autor de siete dianas en los últimos seis choques de su equipo, falló a centímetros de la línea de gol sin el portero ya de por medio. Fue ese (con mucho) el más sencillo de los remates del Villarreal que no encontraron el camino a puerta. 

Contundencia en el despeje

Esa casi impenetrable muralla que levantó el Deportivo obligó al rival a probar suerte desde situaciones poco propicias. El conjunto local acertó a disparar en 21 ocasiones, pero apenas cuatro intentos tomaron dirección a la red. El resto se convirtieron en envíos a la grada o rechaces ante los que, ayer por fin, el grupo coruñés estuvo más vivo que su oponente. La cantidad de despejes registrados explica la determinación blanquiazul. A los 23 llegaron Navarro, Arribas, Albentosa y Juanfran, en su trabajo coral. En el área opuesta, apenas sumaron once entre Mario, Bonera, Álvaro y Jaume Costa.

La vocación coruñesa privó al equipo del cuero (66% de posesión del rival), pero encontró premio en el marco a cero en condición de visitante. Situación que solo se había dado otra vez en las 17 citas más recientes lejos de Riazor. Fue en Gijón, donde ayer vivieron pendientes de una carambola frustrada a pachas por la resucitada solidez del Dépor y un golazo de Szymanowski.