El Dépor perdió a Andone por lesión y homenajeó al mítico Otero con otro encuentro sin encajar
25 jul 2017 . Actualizado a las 23:08 h.Cinco centrales en la lista para el partido que cada año homenajea a Luis Otero. En el Día de Galicia, en la ciudad del primer gallego en formar con la selección; el que se trajo de Amberes la medalla Olímpica que inauguraba el palmarés de los deportistas de la comunidad -todos los honores, compartidos con Moncho Gil-. No puede ser casualidad. El autobús de la expedición coruñesa fintó Santiago. Mel no presentó a sus zagueros ante el Apóstol, los llevó directos a la urbe que vio nacer a uno de los más grandes defensas que vistieron la blanquiazul. Honrado a los pies de Riazor en un monolito que debería ser de obligada visita para aquellos que aspiren a destruir en nombre del Deportivo la ofensiva rival.
Quienes esta precampaña se aplican a la tarea tuvieron faena en Pasarón. El himno gallego enardeció a los de Luisito, que exhibieron verticalidad y aprovecharon bien los costados para aproximarse a Tyton. Dieron varios sustos, pero golpeó primero Cartabia aprovechando un error de David Castro en el despeje. En ese minuto, el 10, el interés mudó de área. En la pontevedresa, además de un gol, cayó Andone. Su lesión (se retiró dolorido) deja al Dépor sin arietes.
Bakkali en punta
A falta de puntas, eso sí, queda Bakkali. El belga se metió casi de inmediato en la piel del rumano y en menos de media hora ya había marcado el segundo. Con una larga serie de vistosos quiebros, transformó una acción colectiva en otra individual. De esas vendrán muchas. Aficionado a contemplar el césped, no había percibido poco antes una incorporación de Sidnei. El brasileño recuperó fogosidad en Pasarón al lado de Arribas, en un once con pinta de ir a hacerse habitual, salvo ligeros retoques, en el que Mel recuperó el doble pivote.
Valverde, por delante de Guilherme y Mosquera, lució como enganche. Tras el descanso, el Dépor replicó con otro tanto a una nueva oleada ofensiva de los locales. Lo firmó de nuevo Bakkali a quien un adolescente uruguayo demostró las virtudes de la propiedad asociativa. Aplazó Mel hasta el minuto 70 la avalancha de trueques, de la que solo salieron indemnes Navarro y Bruno Gama. El portugués siguió con su exhibición veraniega. Le dio el cuarto a Borja Valle (otro que se metió a punta) y anotó el quinto, con un soberbio zapatazo. Aún siguieron percutiendo los granates, pero resistieron los centrales blanquiazules de refresco (debutó Schär). Otero no merecía un feo.
