Nadie en las grandes ligas chutó más a puerta que Andone ni ha obligado a parar tanto a Navas
22 ago 2017 . Actualizado a las 12:51 h.Media docena al campeón; Navas no se había visto en otra igual. Andone generó más peligro que cualquier otro ariete a los que se ha enfrentado el Real Madrid de Zidane. Y después de crear, falló. Las seis veces en que el rumano chutó entre los tres palos son el registro individual más alto de la jornada en las grandas ligas europeas. Récord compartido con Ciro Immobile, para lo bueno y para lo malo. El italiano disparó a puerta tantas veces como el punta blanquiazul, anotando el mismo número de goles: ninguno. La diferencia estuvo en el rival. De Riazor salió indemne (y con tres puntos) el último equipo en ganar la Liga española, el más rico del planeta; del Olímpico de Roma escapó vivo (empató a cero) el SPAL 2013, un recién ascendido a la Serie A que lleva como apellido el año en que su última bancarrota quedó atrás.
La eficacia le dio a Andone para atinar con la portería aunque no le sirviera para marcar. El que más veces lo intentó en el continente, Messi, probó diez veces y tocó madera en tres. Solo en una ocasión mandó el argentino la bola hacia la red, sin llegar tampoco a hacer gol. El 10 de los coruñeses empezó enseguida a medirse a Navas. A los cinco minutos se escapó de Carvajal y tiró, escorado, topando con el costarricense, que volvería a hacerse enorme un par de acciones después. La primera desde la izquierda; la segunda, por la derecha (tras deshacerse de Ramos), ambas sin buen final. Pasada la media hora cambió de herramienta el ariete de los de Mel. Primero cabeceó alto un centro de Luisinho -único intento que salió desviado- y justo antes del descanso dirigió su testarazo a las manos del arquero rival.
Del vestuario retornó pertinaz. Ramos, que jugaba ya de prestado tras su agresión a Schär, salvó sobre la línea un remate al que no habría llegado Navas, quien sí detuvo en el 84 el disparo desde fuera del área, y completó su noche perfecta desviando a córner el lanzamiento de penalti que pudo colocar el 1-3.
Probó casi todas las suertes Andone, sin atinar. La mayoría de ocasiones las generó prácticamente por cuenta propia: explotando cualquier indecisión de su marcador, yéndose por velocidad o adelantándose a la zaga para llegar primero a un centro lateral.
Fueron siete, seis embocadas entre los tres palos defendidos por el último hombre del Real Madrid, poco acostumbrado a que un solo oponente le ponga a prueba con tanta frecuencia. En toda la campaña pasada, en la que los blancos hicieron doblete, ningún futbolista alcanzó la media docena de chuts a puerta frente a los de Zidane. Jóvetic, Jesé y Messi, con cuatro lanzamientos por cabeza, fueron los que más se acercaron a esa cifra. En el partido inaugural, los del Bernabéu ni siquiera permitieron disparar una vez a la Real. En los tres duelos oficiales que jugaron los de la capital antes de llegar a Riazor, tampoco dieron chance: dos intentos de Messi y otros dos de Lukaku. Andone generó, y falló, mucho más.
Octavo error desde el punto de penalti en los dieciséis lanzados tras el regreso a Primera
El último de los disparos a puerta de Florin Andone se produjo en el minuto 89 y acabó como el resto: sin gol. La novedad estuvo en el punto de partida: desde los once metros, después de que Carvajal cometiera una clara falta sobre Bruno Gama en el interior del área blanca. Mucho menos novedoso fue el error que resultó del chut. Así, en fallo, han acabado la mitad de los lanzamientos de penalti de los que ha dispuesto el Deportivo desde su último retorno a Primera, al concluir la temporada 2013-2014.
En la 2014-2015 le pitaron siete penas máximas a favor. Haris Medunjanin y Lucas se adjudicaron dos cada uno, y erraron una por cabeza (el coruñés, al menos, cazó el rechace para batir a Rulli en el duelo con la Real). También perdió Cavaleiro la única oportunidad de la que dispuso. Acertaron en cambio Isaac Cuenca y Celso Borges. El tico es, tras Lucas, quien más veces ha probado suerte, con un 75% de efectividad.
La despedida de Lucas Pérez
El punta coruñés asumió la responsabilidad en el único penalti del que dispuso el Deportivo en la 2015-2016. Y anotó. Fue contra el Eibar, en Riazor y el duelo concluyó 2-0. Idéntico rival y campo frente al que volvió a marcar Lucas en la temporada siguiente, justo antes de cambiar A Coruña por Londres. Una diana desde los once metros le sirvió para despedirse de la afición blanquiazul. Tras su salida, solo Borges ha acertado como lanzador.
Anotó el costarricense contra el Málaga y contra el Betis, pero erró en un choque crucial frente al Granada. En esa campaña, la pasada, hubo otros tres jugadores del Deportivo que lo intentaron sin lograr marcar. Babel, Fajr y Çolak desperdiciaron su oportunidad. Al turco le pasó especial factura su error en El Molinón, según desvelaría más tarde Pepe Mel, y ya no quiso entrar más en la rotación de lanzadores.
El domingo, frente al Real Madrid, ya no estaba Celso Borges en el campo cuando Carvajal trabó a Gama, así que Andone no tuvo rival para tirar. Como la mitad de las veces, no hubo gol.