En su primera convocatoria con la selección absoluta el deportivista abrió el marcador ante la rocosa Paraguay
07 sep 2017 . Actualizado a las 16:31 h.«Valverde es un fenómeno». Al grito, puño en alto, de Luis Suárez, al abrazo a Fede, sobrepasado por la euforia alrededor, les sucedió un paso por zona mixta en el que el gran referente del Uruguay de hoy resumió en una frase tanto elogio compartido por el plantel y la afición charrúas. La recién estrenada devoción por el Pajarito, autor de un debut redondo con gol salvador. Una diana que rescató a su selección del sopor al que le había sometido Paraguay, amenazando la que ahora se adivina como una plácida clasificación para el Mundial.
Para acceder a Rusia, el combinado que dirige Tabárez tenía que pagar peaje en Asunción. La cita más enrevesada de las tres que aguardaban (ahora le resta enfrentarse a las ya desahuciadas Venezuela y Bolivia). Los paraguayos acababan de disparar sus opciones, antes escasas, y llegaban enardecidos por su contundente victoria en Chile (0-3). El encuentro se espesó. Pasada hora y cuarto apenas se habían registrado remates. Uruguay no había chutado siquiera entre los tres palos, Silva vivía una tarde tranquila hasta que un saque de banda se transformó en un balón rechazado en su frontal. Allí apareció Valverde, que se animó a probar. El cuero tocó en la bota de Ortiz y se envenenó para concluir en la red.
Abierto el duelo, llegaron dos tantos más, uno por bando, y el conjunto del Maestro puso pie y medio en el verano ruso gracias a un «chiquilín». Así se refirió a Fede el central del Atlético de Madrid José María Giménez, otro fan entregado al centrocampista blanquiazul: «Es difícil explicar la personalidad que tuvo para saber que era un partido increíble y muy difícil para jugarlo. Tiene unas cualidades increíbles y lo demostró en el medio de la cancha, donde es difícil jugar porque te vienen los macaquitos de todos lados».
Luis Suárez alternó los elogios a Valverde -«Es un fenómeno, creo que lo dejó demostrado en el [Mundial] sub-20 y lo sigue demostrando en el Dépor, donde por más que no haya debutado en los partidos amistosos lo ha hecho espectacular»- con los dedicados al técnico que lo alistó pese a lo difícil del compromiso: «Es una demostración más de la confianza que tiene el Maestro, de que no le tiembla el pulso a la hora de incluir jugadores que están en gran momento».
El propio Tabárez se entregó también al Pajarito: «Tiene para muchos años en la selección. Lo demás, lo pone él. Los que dudaron y ya le pusieron el adjetivo de tierno, no lo conocen. Yo no hago locuras, no soy un temerario. Vi que era el partido para ponerlo. Era consciente que le ponía una mochila importante, por los jugadores que enfrentó y por un estadio lleno en contra. El dio un paso muy importante y yo me siento satisfecho. El futbolista me respondió». Este domingo, el nuevo ídolo de un país futbolero jugará de local en Riazor.