Suárez y Maxi alertan al Pajarito

Alexandre Centeno Liste
A. Centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Javier Etxezarreta | EFE

Los internacionales uruguayos han advertido a su compañero en la selección de las exiguas dimensiones de Ipurúa, que conocerá mañana con el Deportivo

14 oct 2017 . Actualizado a las 22:08 h.

En una selección con veteranos y curtidos futbolistas, algunos primeros espadas en clubes de primer nivel, el fútbol de Fede Valverde está sorprendiendo tanto que sus compañeros no han dudado en adoptarlo y protegerlo. Tanto que incluso le dan consejos de cara a la Liga.

Sucedió durante la pasada convocatoria, de la que el futbolista blanquiazul no regresó solo con un pasaporte para Rusia debajo del brazo, sino también con una alerta de cara a lo que le espera mañana en Ipurúa.

«Algunos de los chicos me comentaron que era un campo duro, pequeño, que hay que acostumbrarse al juego del Eibar y a una afición que presiona mucho», explicó el mediocentro blanquiazul, que instantes después descubrió que Luis Suárez y el céltico Maxi Gómez habían sido sus confidentes.

Y es que ambos saben lo que es golear en Ipurúa y, en el caso del barcelonista, también lo que es marcar. Y en varias ocasiones. De hecho ganó dos partidos por 0-4, con sendos goles suyos, y otro por 0-2. Maxi también triunfó (0-4 esta temporada), pero no consiguió marcar.

La advertencia de los futbolistas uruguayos a su compañero de selección no es una alarma sin fundamento. Ipurúa es el campo más pequeño de la Primera División española.

La mayoría de los terrenos de juego de la categoría miden 105x68. En lo que a largo se refiere, solo el Benito Villamarín mide más. Dos metros más de largo. Al contrario, el del Eibar es el único de los terrenos de juego que no alcanza los 105 metros. Se queda en 103. Si de la anchura hablamos, la mayoría miden 68 metros; Balaídos, un metro más; y El Coliseum Alfonso Pérez, Anoeta, el Pizjuán, Mestalla y Butarque alcanzan los setenta metros. Ipurúa, en cambio se queda con tres menos de ancho.

Con estos datos, el terreno de juego eibarrés mide 545 metros cuadrados menos que la media de los campos de Primera, y 655 menos que los campos más grandes, circunstancia que lo convierte en un estadio de difícil adaptación para los visitantes.