Otra vida nueva en las orillas

Xurxo Fernández Fernández
x. fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

La llegada de Cristóbal ha vuelto a alterar el papel de los laterales del Deportivo, que ven condicionada su producción ofensiva por la necesidad de facilitar los uno contra uno de los extremos

07 dic 2017 . Actualizado a las 15:48 h.

No hay un puesto que haya escapado a las manías de entrenador durante los vaivenes registrados en el banquillo blanquiazul. Del dibujo a su puesta en escena, los futbolistas del Dépor han tenido que adaptarse a cinco fórmulas distintas en tres temporadas y media; algunas, tan dispares como las sostenidas por Mel y Garitano. Hay incluso, entre todo el plantel, un jugador que puede presumir de haber sobrevivido a seis volantazos durante su etapa en A Coruña: Luisinho es el único superviviente (más allá del prestado Bergantiños) del conjunto que ascendió con Vázquez. Ocupa el portugués un puesto habitualmente poco priorizado en el momento de confeccionar plantillas. Los costados de la defensa suelen cubrirse con el sobrante de lo invertido en refuerzos para los considerados puestos clave: delanteros, centrocampistas, centrales, y, en numerosos clubes, porteros. Sin embargo, en el Deportivo los laterales se han revelado hace tiempo contra su presunto rol secundario. Tanto el zaguero de Porto como Juanfran, su réplica en banda contraria, han sido clave en numerosos duelos, destacando, al contrario de lo habitual, por su papel en las fases en que el balón discurre en poder de los coruñeses.

No siempre ha sido así. Los giros al frente han dictado varianzas en el rol del carrilero. La mejor época para Juanfran, por ejemplo, transcurrió a las órdenes de Garitano y se extendió durante los dos primeros tercios de la pasada campaña. Un curso que el madrileño cerró como mejor asistente blanquiazul (seis pases de gol), además de liderar por mucho la tabla de minutos jugados en el plantel. Superado el primer tercio del actual campeonato, el madrileño solo registra un envío con final feliz: el que Lucas convirtió en 1-1 frente al Getafe.

El mapa de calor del lateral refleja un cambio en su actividad más reciente, respecto a la que desarrollaba con Mel. Desde la llegada de Cristóbal se ha disparado la participación de los extremos, pero se ha reducido sensiblemente la presencia de los carrileros en los alrededores del área rival. Como consecuencia, han disminuido también los centros enviados por estos, cuyo número tocó techo frente al Girona: 12 intentos entre Juanfran y Luisinho. El registro más bajo se dio hace tres jornadas, frente al Málaga: dos del portugués y ninguno de Gerard Valentín. La media ha pasado de más de ocho por duelo en los primeros nueve partidos del curso a no llegar a cinco en el tramo de los cinco últimos.

Los especialistas de banda en la zaga coruñesa están entre quienes más han sufrido los relevos en el banquillo tras el ascenso. El equipo subió con Fernando Vázquez, amigo de priorizar la labor defensiva y del comedimiento en las incorporaciones -siempre doblando por fuera, siempre condicionadas a lo que hiciera el lateral de la banda contraria- y registró enseguida su primera alteración.

Sesión clave para saber si Luisinho podrá jugar ante el Leganés

Tanto Bruno Gama como Luisinho empezaron la sesión de ayer en el gimnasio, dentro de la fase de recuperación de sus respectivos problemas físicos. El lateral, que trabajó después bastante tiempo en compañía del readaptador, tiene alguna opción de recibir el alta a tiempo de entrar en la lista para el encuentro del sábado frente al Leganés.

La sesión de hoy será clave, ya que Luisinho podría empezar a hacer parte del trabajo con el grupo y probarse así de cara al duelo. El cuerpo médico prefiere ser cauto con el carrilero para evitar cualquier agravamiento en su lesión muscular que apartaría al luso de los terrenos de juego durante varias jornadas en un tramo decisivo del campeonato.