Una patata caliente llamada Andone

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

En una difícil temporada para el rumano, en la que cuenta muy poco para Cristóbal, una inoportuna lesión lo deja fuera de la convocatoria para Barcelona

17 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Pasaban unos minutos de las doce del mediodía cuando el entrenamiento del Deportivo tocaba a su fin y Andone se quejaba de molestias en un abductor. Cristóbal le pregunta por su estado y él le asegura que no se ve en condiciones de viajar a Barcelona. A continuación, el técnico habla con los médicos y estos le confirman las molestias físicas del delantero, que mañana (pasadas 48 horas) se someterá a una ecografía. Así, mantiene su pérdida de protagonismo en una temporada difícil para él, en la que ha protagonizado actos de indisciplina, declaraciones altisonantes y ha pasado de ser titular a no contar con ningún minuto en los partidos.

Seis días después de haber visto el partido contra el Leganés completo desde la banda, Florin Andone protagonizó la sorpresa en la convocatoria de ayer. Su entrenador explicó los motivos no sin ciertos titubeos: «No va por un problema físico. Prácticamente al acabar la sesión, tenía molestias, parece ser que en el abductor. Le he preguntado, me ha dicho que no estaba bien, que no estaba para viajar y luego pues he hablado con los doctores, que me han dicho que tiene molestias y que le van a hacer pruebas el lunes».

La inoportuna lesión, de la que se espera que mañana puedan conocerse más datos, llega en un mal momento para el rumano.

Roce con Cristóbal

La temporada está siendo complicada para Florin. El esquema de Cristóbal de contar con un solo punta dificulta su concurso y él no está sabiendo canalizarlo correctamente. Recién llegado Parralo al primer equipo, ya tuvo un roce con el futbolista después de que este no recibiera de buen agrado una crítica que le realizó sobre su aportación en el partido de ida de la Copa frente al Las Palmas.

Semanas después, declaraba en una entrevista publicada por el diario As que no se encontraba cómodo en la situación que atravesaba y que se planteaba si había sido correcta la decisión de quedarse en el Dépor este verano. Fue una situación previa a la pelea que protagonizó con Arribas en un entrenamiento y que Cristóbal zanjó dejándolos fuera de una convocatoria. En medio de todos estos incidentes, había vivido su primer partido (luego hubo más) sin jugar ni un solo minuto desde que es futbolista del Deportivo.

Estas inoportunas molestias físicas suponen un nuevo contratiempo en este complicado tramo de temporada en el que de los últimos 720 minutos disputados por el Deportivo (8 partidos) él solo participó en 89 minutos, todos ellos como suplente. Reconducir esta situación es la patata caliente que tienen ante sí Cristóbal y la dirección deportiva.