De once Andones a once minutos

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

Esgrimido por Seedorf como oportuno referente, el punta ha caído en desgracia y apenas cuenta ya

26 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Quiero once como Andone». Once Andones. Seedorf identificó enseguida a quién subir al pedestal. A quién abrazarse en el arranque de su campaña de popularidad. Descartados Lucas y Adrián -el primero, por su enfrentamiento con los ultras; el segundo, por su bajo perfil- quedaba el tercer hombre gol. Ejemplo de sacrificio -«Solo puedo prometer que nunca dejaré de trabajar y correr», había anunciado al poco de llegar-, idóneo para un momento de necesidad. Difícilmente podrá el espectador tirar un desmarque en el instante preciso, librarse del adversario con un control orientado o picar el balón sobre el meta rival. Pero correr... «Corre más el Benjamín B», le espetaron a Seedorf hace unos días a las puertas de Butarque.

El míster se comprometió allí mismo a hacer públicos los datos de kilómetros acumulados por sus jugadores antes y durante el ejercicio de impotencia de Leganés. El martes, en la vuelta a los entrenamientos, bajó a la prensa al campo, a ver a los futbolistas correr. La ocasión merecía un sorprendente aparte en la política de distanciamiento progresivo; se necesitaban testigos para dar fe de que si como todo apunta el equipo acaba en Segunda será corriendo más que el campeón.

Por eso Andone. Por eso, a cuenta de la menos virtuosa de sus virtudes, vio el 10 reducido su nombre a un eslogan de campaña. Se convirtió en producto de usar y tirar. Víctima del mismo populismo futbolero que alcanzó a otros como Bergantiños o Mosquera -coruñeses estos razonablemente bien vistos por la hinchada-, también esgrimidos como bandera antes de ser devueltos a un rincón.

La carrera política de Andone ha sido breve. Después de convertirse en ejemplo, apenas aguantó cinco encuentros como cabeza de cartel. Alavés, Espanyol, pausa en el Coliseo, Eibar, Girona y Las Palmas. El míster lo descartó en el once del Wanda y no ha vuelto a contar con él de inicio. Por detrás de Valle y Bakkali, ocupa ya la cuarta plaza en el escalafón.

Lleva la mitad de goles que la pasada campaña, los mismos que en la de su irrupción en Primera, en un Córdoba que acabó colista en la 2014-2015 y en el que disputó 17 partidos como titular. Uno más de los que acumula en la campaña actual, abierta entre rumores de traspaso millonario, reavivados en invierno. El delantero y el Deportivo eligieron seguir juntos y el tiempo ha puesto en cuestión la decisión. El punta rumano solo enlazó cinco duelos en el once con Mel y cuatro con Cristóbal. Marcó cuatro veces en el último tramo al frente del extécnico del Fabril y cuando llegó el reemplazo al banquillo era el jugador más fijo del plantel.

Seedorf le dedicó más tiempo que a nadie en su primer entrenamiento en Abegondo, cerrado con amistosa charla de camino al vestuario. Una semana más tarde, reclamaba once como él. Pero alcanzado el séptimo partido, con solo tres puntos como botín y sin un solo tanto de sus hombres gol, el míster sacrificó al 10. Desde aquello, han transcurrido cinco citas, y el delantero solo ha tenido minutos en tres. En Butarque, el día que más, apenas fueron once. Once para Andone.