El conjunto coruñés fue superior hasta que un discutido penalti permitió empatar al Albacete
18 ago 2018 . Actualizado a las 20:48 h.En el fútbol actual en el que los cuerpos técnicos estudian cada acción de los partidos al milímetro, el factor humano sigue siendo definitivo. De poco valen los dibujos perfectos, los cambios acertados y la interpretación correcta del planteamiento por parte de los futbolistas ante un fallo de un jugador o un árbitro. Sucedió ayer en el Carlos Belmonte. El Dépor fue mejor a su rival. Dispuso un partido ordenado, que le permitió ponerse 0-1 en el marcador, pero una acción en la que David Simón y el árbitro se reparten por partes iguales el error impidió al Dépor sumar los tres puntos en su regreso a Segunda División. Y ambos fueron culpables del resultado, porque el lateral blanquiazul no debió levantar la pierna izquierda una vez había arrebatado el balón a Fran García, mientras que el colegiado no debió haber señalado penalti en la acción. A partir de ahí, se explica un resultado que no dejó contentos a los coruñeses.
Portería
Apuesta por la experiencia de Dani Giménez. Había curiosidad por saber cuál sería la elección de Natxo González en la portería. Por un lado, tenía la juventud y buen dominio del juego con el pie de Adriá Ortolá. En el otro, la experiencia y saber estar de Dani Giménez. Y el entrenador apostó de inicio por ese poso del meta gallego. Sin embargo, tal y como sucedió durante la pretemporada, no tuvo ocasión el vigués de lucirse todavía porque la seguridad defensiva del equipo fue total.
Sorpresa
Pablo Marí y Pedro Mosquera, fuera del once. Más allá de la apuesta de la portería, Natxo González sorprendió de salida dejando en el banquillo a Pablo Marí y Pedro Mosquera, dos de los futbolistas con los que había ensayado durante toda la semana. No parece que esa variación tuviera incidencia en el partido, pero el rombo del medio del campo volvió a exhibir necesidad de más trabajo. Al equipo le sigue costando la salida del balón. Los ocupantes de los vértices exhiben gran concepto táctico pero falta frescura para jugar el balón. El sacrificado trabajo, con mayor o menor acierto, de Diego Caballo y David Simón en las bandas ayudó en tareas defensivas.
Diego Caballo
Los centros blanquiazules llevan sello salmantino. La semana está siendo vertiginosa para Diego Caballo. En pocos días ha pasado de contar con iniciar la temporada con el Fabril a debutar en Segunda División con el primer equipo blanquiazul. Y no se arrugó. El salmantino realizó un encuentro muy serio. Durante la primera parte brilló en labores ofensivas, enviando varios centros precisos al área rival. Aunque también estuvo atento y activo en labores de destrucción antes del descanso, tras la reanudación tuvo que centrarse más en esa faceta y también estuvo a un alto nivel.
Fede Cartabia
Un futbolista que ya empieza a marcar diferencias. Fede es un jugador diferente. Y eso, en Segunda División, se nota todavía más. Aún le falta adaptarse totalmente a su nuevo rol en el campo, con el sistema de dos delanteros que ha implantado Natxo González, pero desde este primer encuentro ya ha dejado su huella. Parece estar motivado y con ganas y eso el Dépor lo agradecerá.