
El Dépor recibe la mayor goleada de la temporada con tres centrales y Vicente por delante de la zaga
22 dic 2018 . Actualizado a las 23:22 h.«Algún cambio habrá», advertía el viernes Natxo González sobre la posibilidad de novedades en el once inicial para tratar de sorprender al Cádiz en su campo. Obviamente, el técnico vasco se calló lo más importante: la gran novedad iba a estar en el sistema. Para contrarrestar el buen momento cadista, el Dépor se plantó en el Ramón de Carranza con tres centrales. Adiós al rombo del medio del campo.
Pero el experimento, que ya había utilizado algunos minutos en Alcorcón solo sirvió para firmar el peor resultado de la temporada. Y no es que los tres centrales (3-0) no rindieran, ni que el Cádiz le pasara por encima al Dépor. Nada de eso. Sin embargo, la escuadra de Álvaro Cervera jugó el partido que quería, dejando al Dépor la pelota, pero sin grietas en su engranaje defensivo.
Y como el plan no estaba saliendo como quería desde que Lekic adelantó a su equipo en el marcador recién superado el primer cuarto de hora, Natxo hizo otra apuesta fuerte. Retiró en el descanso a Álex Bergantiños. Dio entrada a Krohn-Dehli. Y situó a Vicente como mediocentro más retrasado, por delante de la zaga.
Pero prescindir del capitán no le proporcionó el fútbol deseado. Al equipo le siguió costando sacar el balón con criterio y la presencia del mediocentro canario en esta zona más retrasada no le dio la solvencia deseada.
Tener el balón no siempre garantiza el éxito. Y el Deportivo lo demostró en este último partido del año. Dispuso casi un 70 %, pero la mayor parte del tiempo lo desperdició en pases horizontales de sus centrales y mediocentros sin apenas intención y creando contadas ocasiones. No creó más peligro el Cádiz, pero la diferencia entre ambas escuadras estuvo en su efectividad en los últimos metros. Los locales la tuvieron, los visitantes, no.