Natxo recupera para el derbi su sistema clásico pero ensayó con varias rotaciones
06 ene 2019 . Actualizado a las 19:48 h.Cádiz agotó la gaseosa para pruebas. «Volveremos a lo que hemos hecho siempre», anunció ayer Natxo González, poco amigo de adelantar planes en rueda de prensa. El revolcón del Carranza no fue más que un accidente a 23 jornadas del final de Liga, pero enfrió el interés del técnico en darle vueltas a la propuesta. Regresa por Reyes el rombo; la figura con la que el Deportivo ha mantenido Riazor invicto en su 2018 de Segunda. Siete victorias y dos empates. 21 goles a favor (el que más, con diferencia) y cinco en contra (solo por detrás de Alcorcón y Málaga). Una defensa de cuatro, y no de cinco como la que cerró el año, con Somma como víctima y la duda de Saúl o Caballo para el lateral izquierdo. La ausencia del italiano se traducirá en el retorno del enganche muchos metros por delante.
La larga charla entre el míster y Fede Cartabia al concluir el entrenamiento sumó peso a la opción de contar con el argentino como enlace, pero las pruebas de la semana y la fragilidad del futbolista lo colocan por detrás de Carles Gil en la tabla de posibilidades. El valenciano es el jugador de campo que ha participado en más encuentros; 18, como Domingos Duarte. Sin embargo, solo ha salido de inicio en doce y su bagaje de cara a puerta se reduce a cero goles ?lleva uno en dos campañas y media en blanquiazul? y una asistencia ?a balón parado, frente al Oviedo?. Los números lo alejan de las preferencias del técnico, que reclama mayor presencia en el área al escolta de los puntas. La aportación ofensiva de Carles será hoy especialmente necesaria: el Lugo llega con la zaga diezmada, pero es el conjunto que menos encaja lejos de su estadio.
A cambio, el bagaje anotador del vecino lejos de su estadio es el segundo peor de la categoría tras el del Nástic. Anticipo de tarde plácida para Dani Giménez y de agobios contados para el centrocampista que actúe por delante de la zaga. Tarde propicia para reaparecer en el puesto coincidiendo con el clásico de los propósitos de año nuevo. El 19 puede ser el del Mosquera que se perdió en el 16 cuando iba para jugador franquicia en su tierra.
Cada error del coruñés le ha penalizado extra por su condición de hombre clave en el inicio de jugada y le hace falta encadenar duelos con el viento a favor de la grada. En Abegondo ha formado entre los titulares, desplazando a un Bergantiños que no estuvo fino en Cádiz.
Tampoco fue el del Carranza el partido de Vicente, que ejemplifica como nadie el bajón detectado por Natxo en alguno de sus futbolistas. Impecable en el inicio de curso, la trascendencia del canario ha ido decayendo. Hoy la izquierda del rombo podría ser el lugar de una nueva oportunidad para Krohn-Dehli, en quien el entrenador ha demostrado tener fe ciega. El danés ha estado presente en una docena de encuentros, sin cuajar uno solo redondo.
Si las pruebas no mienten como ha ocurrido con frecuencia esta campaña, Edu Expósito será el único que no rote en el rombo. Ahora que tantos se afanan en ser centro derecha, el catalán es el único que ha probado su eficacia en la tarea.
«Siempre valoramos la capacidad que tenemos como colectivo para dar respuesta a una situación adversa», presumió ayer ante los medios el entrenador del Dépor. «Venimos de una derrota contundente», recordó. Toca reaccionar y ha elegido hacerlo retomando el camino seguro, con el dibujo de siempre.