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El delantero sufre una lesión muscular de grado 2 en el bíceps femoral de su muslo izquierdo, lo que al ser reincidente podría hacerle perderse los próximos seis partidos del Deportivo
30 ene 2019 . Actualizado a las 15:51 h.El Dépor vuelve a quedarse sin Carlos Fernández. El delantero andaluz, que el pasado domingo abandonó el campo del Molinón lesionado, sufre una «lesión muscular en el bíceps femoral de su muslo izquierdo», según apuntó el Deportivo. En concreto, se trata de una lesión de grado 2, que lo tendrá apartado de los terrenos de juego alrededor de un mes y medio.
Es un problema que afecta al mismo grupo muscular que lo tuvo casi un mes sin jugar en diciembre y una semana entre algodones poco tiempo después.
Por este motivo, la lesión cobra mayor importancia y el tiempo de recuperación podría incluso prolongarse más allá del mes y medio.
«El delantero deportivista permanecerá con tratamiento de fisioterapia y reposo relativo en los próximos días, hasta que pueda iniciar el proceso de readaptación, como paso previo a su regreso a las actividades del equipo», explica el escueto comunicado del club.
Debido a esta reincidencia en la lesión, es probable que el proceso de recuperación sea más lento ante el temor de que pueda haber una recaída.
Carlos Fernández llegó al Deportivo cerca del cierre del mercado de fichajes sin haber hecho la pretemporada completa con el Sevilla. Esto se debe a que en el mes de julio fue intervenido quirúrgicamente de su rodilla izquierda, en la que en el pasado había sido operado del menisco. Este contratiempo le impidió ejercitarse durante varias semanas antes de recalar en la escuadra blanquiazul.
La intención del cuerpo técnico era incorporarlo poco a poco, pero las lesiones adelantaron su debut. Así, solo una semana después de aterrizar en A Coruña, ya fue titular frente al Sporting, en un partido en el que actuó 72 minutos. Tras su estreno, él mismo reconocía lo precipitado del mismo, pero aseguraba haberse encontrado bien.
«Mi último partido fue en mayo, luego he pasado la lesión y aún creo que estoy lejos de mi máximo nivel, pero las sensaciones fueron buenas. Me encontré físicamente mejor de lo que esperaba y creo que el ganar también es importante y hace que todo parezca mejor», reflexionaba el delantero andaluz.
Sus buenas actuaciones propiciaron que se quedara en el once. Luego llegaron los goles y parecía ilógico sustituirlo. Y llegó la llamada también de la selección española sub-21. Hasta que la musculatura dijo: «Stop».
Fue el 2 de diciembre en el campo del Majadahonda. Se produjo, según el club, «una lesión grado 1-2 en el bíceps femoral de su muslo izquierdo». Tardó un mes en reaparecer. Lo hizo el día de Reyes frente al Lugo.
Jugó contra el club rojiblanco y contra el Mallorca, antes de volver a notar molestias en la zona. De hecho, antes de recibir al Albacete estuvo unos días sin ejercitarse, aunque finalmente actuó.
El domingo, en Gijón, volvió a notar un pinchazo en la zona e inmediatamente provocó la tarjeta amarilla, la quinta del ciclo, dado que entendió que iba a causar baja las próximas semanas.
Aunque, todo dependerá de cómo pueda evolucionar, lo normal es que se pierda los partidos contra el Tenerife, el Granada, el Nàstic, el Málaga, el Alcorcón y el Las Palmas. La siguiente jornada, el Dépor descansará, al figurar en el calendario el Reus, por lo que luego podría aprovechar para reaparecer.
Ante la baja inesperada, el club trabaja ya en la incorporación de un nuevo delantero por temor a que cualquier otro pueda sufrir también algún percance. La llegada de este futbolista sería independiente de la de aquel que acabe cubriendo la baja de Carles Gil.