Decepcionante carta de presentación de Martí

TORRE DE MARATHÓN

LOF

Cambio de estilo y de jugadores, pero se mantienen las mismas sensaciones negativas que con Natxo

13 abr 2019 . Actualizado a las 21:44 h.

El dicho de que «a entrenador nuevo, victoria segura», es una auténtica falacia. De ello puede dar fe el Deportivo, que ha visto como por la guillotina de Tino han pasado ocho en apenas cinco años, y todo sigue igual.

En el caso de José Luis Martí, el debut no ha podido ser más desalentador. No por lo derrota, que al fin y al cabo caer en el campo del líder no debería ser ningún drama en circunstancias normales (estas no lo son, porque deja al Dépor a un paso de salir del play off). Sino por el hecho de que el equipo apenas ha mejorado las malas sensaciones con las que se cerró la etapa de Natxo González.

Carencias en la apuesta inicial

El Deportivo que trabajó Martí durante la semana solo se vio en los primeros minutos. El que manifestaba una defensa adelantada, momentos de presión alta y un juego más directo buscando la envergadura y la brega de Santos. Unas señalas de identidad que quedaron patentes a los 15 segundos, cuando el venezolano recogió un balón largo para probar a Rubén.

De todas, quizás la apuesta más discutible fue la de adelantar la defensa. Sobretodo porque el Osasuna es un equipo que juega con cuatro mediapuntas veloces, sin un nueve de referencia claro, así que el 1-1 fue una demostración clara del error de Martí. Clerc envió un balón largo a Rubén García y el levantino le ganó la carrera a Domingos, con un Dani Giménez que se quedó a medio camino a la hora de cubrir las espalda de los zagueros. Ahí murió la apuesta del nuevo entrenador deportivista, recuperando desde el cuarto de hora inicial una actitud de mayor control de balón y repliegue ante las embestidas locales.

1-4-4-2, con Edu en banda

Martí apostó de salida por un 1-4-4-2, en el que la manija del centro del campo la llevaron los coruñeses Álex Bergantiños y Pedro Mosquera, con Pedro Sánchez tirado a la banda derecha y Edu Expósito a la izquierda. El canterano estuvo perdido. Jugar en banda no es lo suyo, y menos hacerlo a pierna cambiada. El resultado fue que apenas entró en juego durante la primera mitad, mientras que en la segunda lo intentó sin suerte.

Los cambios no mejoraron

Además, tampoco resultaron los cambios. Valle entró por Santos a la hora del encuentro y, aunque en ese momento parecía que lo más normal era variar el sistema hacia el 1-4-2-3-1, para liberar a Edu del castigo de la banda y situar al berciano en la izquierda, lo cierto es que prolongó el guion inicial. Simplemente fue un cambio de cromos. Tuvieron que pasar diez minutos más para que el exfabrilista pasase al medio, tras la entrada de Nahuel por un Bergantiños que estaba siendo de lo mejor del equipo. Fue curioso ver como en ese momento, ya con dos jugadores de banda puros pudiendo centrar, ya no estaba en el campo el rematador más nato que hay en la plantilla (Santos). Martí acabaría completando el golpe de tuerca, en el 80, para volver al lugar original, con la sorprendente entrada de Didier Moreno por Pedro Sánchez, enviando de nuevo a Edu Expósito a la banda. Cuanto menos, extraño.

Propuestas nuevas, pero mismas sensaciones negativas que con Natxo. Solo queda trabajar y mejorar. Mucho.