Mauro Silva: «Tomé la decisión entre lágrimas»

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

«El Dépor es mi vida, pero tengo un compromiso que no puedo romper», explica el brasileño

11 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Un deseo: volver a defender al Deportivo y a A Coruña. Un proyecto: presidir un club coruñés con carta blanca para reorganizarlo. Un sueño: devolver a los blanquiazules a la Champions. Pero un compromiso hasta el 2022: transformar el fútbol del estado de Sâo Paulo desde la base hasta las categorías profesionales. El resultado es un cóctel de emociones que ha llevado a Mauro Silva Gomes (São Bernardo do Campo, Brasil, 1968) a rechazar entre lágrimas la presidencia del club de su vida, por mantener la palabra dada a un proyecto en su país que también le apasiona. El exdeportivista, que este viernes explicó sus motivos a la afición blanquiazul en una emotiva carta abierta, reveló a La Voz de Galicia cómo se gestó la iniciativa y lo duro que le resultó rechazarla.

-¿Un mal trago?

-Una decisión muy dura, con muchos sentimientos encontrados por el medio. De repente vuelven a la cabeza los títulos, el cariño de la afición, los amigos del alma; todo eso se mezcla en mi relación con A Coruña como en una coctelera. El Dépor es mi vida, y eso está metido en la decisión, porque, por mucho compromiso que tenga, estamos hablando de una propuesta para trabajar en el equipo de mi ciudad, en la que he vivido entre los 24 y los 37 años, en la que nació uno de mis hijos, en la que tengo amigos a los que quiero con locura... De verdad, había muchos sentimientos envueltos en esta decisión.

-¿Cuándo la tomó?

-El jueves por la noche, tarde. Me reuní con Ignacio Rivera, el consejero delegado de Estrella Galicia, que es amigo mío desde que llegué a A Coruña, se lo expliqué, y puedo decir que hubo lágrimas por los dos lados.

-Y pudo más el compromiso contraído con la Federación Paulista de Fútbol (FPF).

-Creo que debo hacer lo correcto, es mi forma de pensar y de ver el mundo. Es lo que traté de explicar en la carta abierta a la afición, y también lo que le dije a Rivera; si yo aceptase la oferta del Deportivo y luego viniese a buscarme el Manchester United, jamás rompería el compromiso. Y por ese motivo tampoco puedo dejar de lado a la FPF, después de que más de cien clubes paulistas depositasen en Reinaldo Carneiro Bastos, el presidente, y en mí su más absoluta confianza. Es solo una cuestión de valores, y espero que la gente lo pueda entender. Aunque sea duro, tengo que cumplir.

-¿Cómo se gestó el proyecto?

-Pues la verdad es que las primeras conversaciones por este tema se produjeron hace cuatro años. Me decían que tenía que volver a A Coruña, que la gente me tiene mucho cariño, que podía ayudar a recuperar el nivel del Dépor... Pero fue ahora, al volver a convocarse elecciones, cuando Rivera reactivó el proceso. Nos vimos en Sâo Paulo porque vino por razones profesionales, y volvimos a hacerlo el jueves, cuando, ya digo, tomé la decisión entre lágrimas. Él me entendió, pero sé que fue un momento duro para los dos.

-¿Cuál iba a ser su función en el Deportivo si resultase elegido?

-Presidente profesional, con el objetivo de profesionalizar la gestión para contar con los mejores expertos en cada área: la parte deportiva, finanzas, comunicación, márketing, fútbol base... Todo. Como en cualquier empresa de éxito.

-¿Con alguien por encima en esa gestión?

-Rindiendo cuentas a un consejo de administración que, al igual que en una empresa, plantea una estrategia para que el presidente la ejecute con total autonomía para tomar decisiones.

-¿Y cree que el proyecto es viable sin usted?

-Por supuesto, hay gestores extraordinarios en España, capaces de dotar al Deportivo de una estrategia muy bien definida en todas las áreas.

-¿Está siguiendo el campeonato? ¿Cree posible todavía el ascenso?

-Sigo al Dépor día a día, sufriendo; es importante lograr el ascenso cuanto antes. Es una pena que hayamos perdido tantos puntos, pero todo es posible en el fútbol con trabajo e ilusión.

«Siempre estaré dispuesto a ayudar al club en lo que pueda»

Tras la publicación el viernes de una carta en la que explicó a la afición los motivos de su decisión, las redes sociales se llenaron de mensajes de coruñeses y brasileños que respaldaban las razones de Mauro Silva con encendidos elogios: «un señor de los pies a la cabeza», «coherencia y valores», «hasta para decir no, es un caballero», «hombre de palabra»...

-Parece que el deportivismo ha entendido sus razones.

-Es un alivio que la gente me comprenda, me deja más tranquilo, pero también lo esperaba por mi conexión con esta ciudad. Siempre he sido transparente y honesto, y creo que por eso me tratan con cariño, por no traicionar mis propios valores, por ejemplo al no dejar jamás el Dépor por una oferta mejor.

-¿Se refiere a haber rechazado al Real Madrid cuando era futbolista blanquiazul?

-Sí, hay cosas que están por encima del dinero, y eso es lo que me permite hoy hablar de una propuesta para presidir el club, de una calle Mauro Silva, de un campus Mauro Silva, del honor de haber sido votado por la afición como el mejor jugador de la historia del Dépor... Tengo un vínculo muy fuerte con A Coruña y eso no se consigue rompiendo compromisos o faltando a la palabra. La gente lo sabe y lo entiende.

-Bueno, ¿y cuál es ese proyecto tan ambicioso que le retiene en Brasil?

-Organizar todo el proceso de iniciación y desarrollo del fútbol en Sâo Paulo. Como vicepresidente soy responsable de las competiciones, las infraestructuras de los estadios, el desarrollo tecnológico, el fútbol base, el femenino... un montón de áreas en una federación, la paulista, que tiene 17 campeonatos y más de 4.000 partidos al año. Es muchísimo trabajo. Y eso sin contar además mi responsabilidad en la Secretaría de Deportes del Estado de Sâo Paulo, el Plenario de la Autoridad Pública del Fútbol del Ministerio de Deportes o el Museo del Fútbol, de los que soy miembro.

-¿Qué necesita el fútbol paulista?

-Brasil tuvo el mejor fútbol del mundo gracias a una práctica masiva. Hoy no es así. Cada vez hay menos niños jugando y menos campos. Queremos reorganizar las escuelas de fútbol de todo Sâo Paulo para educar a través del deporte y formar con valores a personas más preparadas humana y socialmente. Pocos serán los chavales que lleguen a profesionales, pero los que lo logren serán mejores futbolistas porque serán mejores personas. Queremos un cambio social a través del fútbol.

-Ya veo que tiene usted tarea para rato, pero ¿que pasará en el 2022 cuando finalice su actual compromiso?

-El futuro lo dirá. Es pronto. Pero siempre estaré dispuesto a ayudar al club en todo lo que pueda.