Paco Zas, un canterano al frente del club

TORRE DE MARATHÓN

Ejecutivo de empresas, no perdona el partido en Bastiagueiro, la pesca ni su peña de siempre en Orillamar

28 may 2019 . Actualizado a las 23:46 h.

«Paco, el joven defensa deportivista, fue en el Plantío el hombre más regular del conjunto coruñés. En su misión de libre estuvo atento en su labor de ayuda a sus compañeros de línea, e intentó poner orden en su zona, evidenciando gran frialdad en las ocasiones comprometidas. Quizá le faltó a Paco salir en función de ataque, pero con todo fue el jugador que hizo más méritos para ser distinguido como el mejor del Deportivo». La reseña es de la página 29 de La Voz de Galicia del martes 13 de abril de 1982 y corresponde a la sección «La figura del partido». Dos días antes, el Deportivo había caído derrotado en El Plantío, frente al Burgos (1-0). El joven blanquiazul al que se refiere el texto, Paco, era Francisco Martínez Zas (A Coruña, 1961), el desde hoy presidente del Deportivo.

Aquel domingo (el periódico es del martes porque los lunes no se publicaba), la huelga de futbolistas había permitido a Paco cumplir el primer sueño de su vida: debutar con el club de sus amores. Ese en el que había jugado desde infantiles. Zas convirtió en realidad otra ilusión: ser presidente.

Entre ambas citas han pasado 37 años en los que aquel ilusionado joven se convirtió en hombre de negocios. Primero fue futbolista profesional. No contó nunca con la confianza de Arsenio y eso le hizo buscarse la vida como cedido en el Calvo Sotelo (ascendió a Segunda) y en el Linares (en Segunda B).

De regreso, siguió con las puertas del Dépor cerradas y se fue al Cerceda entrenado entonces por Luis Couto. Fue este técnico el que cambió su vida. Aparejador de profesión, fue introduciendo poco a poco a Zas en el mundo de los negocios. Lo contrató en su estudio para realizar tareas de oficina. Y, a partir de ahí, el ahora presidente del Deportivo fue creciendo y probando suerte en diferentes sectores: el textil con la venta de pantalones vaqueros, el hostelero con la cafetería Varadero...

Y llegaron las inversiones y su fulgurante carrera al frente del Consorcio de Inversión y Administración Sociedad Anónima (Coinasa). Ahí vivió el éxito empresarial, pero la crisis del ladrillo también lo azotó. Y muy adentro. «Sufrió mucho cuando estalló la burbuja. Le costó superar aquello», cuentan sus próximos.

En la promotora inmobiliaria compartió con José Manuel Blanco González, presidente del grupo empresarial, no solo trabajo sino la pasión de ambos: el Deportivo. No solo en A Coruña, sino acompañando al equipo en numerosos desplazamientos por España adelante.

Porque si algo ha estado ligado a la vida de Zas desde niño es el fútbol: el Dépor en particular y el balón en general. Activo en la asociación de veteranos que preside Manuel Ríos Quintanilla «Manolete», compagina los partidos y entrenamientos de los blanquiazules con los fines de semana de fútbol en la playa de Bastiagueiro, con una peña de amigos con la que lleva años sin fallar apenas un día.

Los amigos suponen otra de las pasiones de este inversor padre de dos hijos, Pedro y Nico, de 22 y 15 años, respectivamente. Tanto que también es fiel a una peña formada por vecinos de Orillamar hace más de tres décadas: El pollo veloz.

«Nos juntamos una vez al año para comer y, si alguno atraviesa un mal momento, entre todos procuramos apoyarlo de la manera que haga falta», comenta uno de los integrantes del grupo, que debe su nombre a la primera de las celebraciones: «Queríamos tomar pollos tomateros y fuimos a casa de una señora a comprarlos. Cuando se disponía, no era capaz porque le escapaba. Alguien dijo algo del pollo veloz y ahí quedó el nombre de la peña».

Y, entre fútbol, familia y amigos, Zas sigue sacando tiempo libre para continuar con la afición que compartió durante años con su padre: la pesca en rocas. La zona de Mera, en donde reside desde hace algo más de un mes, es el refugio en el que puede pasarse horas con la caña en la mano viendo pasar el tiempo. Una estampa totalmente antagónica al Dépor que quiere construir: un equipo vivo, con carácter, con ambición, con entrega. Un Dépor cholista, porque si algo resulta innegociable para el nuevo patrón de la nave blanquiazul es la entrega: «La afición no va a estar contenta si los jugadores no se dejan todo en el campo. Si aparte de eso somos capaces de inyectar mucha más calidad, la grada lo va a agradecer. La unión total se produce cuando hay mucho trabajo detrás, los jugadores dan lo máximo y si, encima, se gana, el público disfruta al máximo», resume su filosofía del fútbol.

Ahí saca Zas su mayor carácter. Ese que no lo amilanaba frente a los más fuertes cuando era futbolista y que contrasta con su imagen introvertida que transmite años después al exterior. «El Paco que yo conozco puede aparentar apocado, pero, si tiene que pegar un puñetazo encima de la mesa, lo pega», resume un allegado antes de sentenciar: «Yo no sé si va a ser un buen presidente. Eso lo dirán los resultados. Lo que sí puedo decir es que el Dépor se lleva una grandísima persona». Son las palabras de unos de los miembros de la peña El pollo veloz. Pero podría atribuírsele a cualquiera que conozca al nuevo presidente del Deportivo. Porque si algo destacan sus allegados es la generosidad y transparencia de un hombre de 57 años, que toda su vida ha estado ligado de una u otra manera al fútbol. Ahora, al canterano le toca presidir.