El Deportivo, en promoción por cuenta ajena

TORRE DE MARATHÓN

LOF

Un golpe de fortuna en el Carranza disimula las graves taras de la propuesta del conjunto blanquiazul

05 jun 2019 . Actualizado a las 12:28 h.

El aleteo de una mariposa en Hong Kong... Carlos Pomares estuvo a punto de fichar por el Córdoba el verano pasado. El lateral zurdo se había manifestado ya públicamente encantado con la idea de vestir de blanquiverde cuando el Extremadura se cruzó en su camino hacia El Arcángel y lo desvió hasta Almendralejo. Allí empezó el curso como dueño del carril izquierdo, pero desapareció del once tras la llegada de Manuel Mosquera. Sin embargo, la falta de alicientes y efectivos disponibles llevó al técnico coruñés a abrir un hueco en el Carranza para el futbolista valenciano. Como extremo. Por eso estaba Pomares cerca de Sergio Sánchez cuando este quiso despejar el balón a la altura de la medular, y por eso fue él quien, con un increíble gol de rebote, metió en promoción al Dépor. Una carambola de larga distancia que explica cómo es posible que el conjunto blanquiazul llegue dependiendo de sí mismo a la última jornada.

A seis horas en coche de Cádiz, los de Martí acabaron su encuentro más pendientes del transistor que del césped. Total, qué podía pasar ya en el Martínez Valero que no hubiera sucedido antes del descuento. La lógica carga de los visitantes, en teoría necesitados, se había estrellado varias veces en José Juan y una en el larguero. Maniobras de camuflaje de la realidad de un equipo incapaz de cara a puerta, donde acaban todos sus males. Empiezan, sin embargo, muchos metros a la espalda de los delanteros.

De inicio, el hambre fue de un Elche sin pretensiones que desnudó enseguida las carencias de la banda derecha. Allí ha tenido Bóveda un par de tardes buenas. Suficientes para ganarle el puesto a Simón, pero no para defender a Josan sin auxilio. No lo dio Fede Cartabia ni tampoco Bergantiños, superado por la cantidad de campo que debe abarcar con el nuevo esquema.

Expósito intenta ser de ayuda, pero si se vacía en la contención no llega fresco a zonas de ataque ni es eficaz en el inicio de jugada. Sin el 21 en plenas facultades, el equipo se parte al medio. Le faltan piernas cuando los centrocampistas rivales se aproximan a Dani Giménez y también cuando quiere combinar en busca de gol, porque si Carlos baja o se escora para recibir y crear se vacía la zona de remate. Mientras el adversario tiene fuelle y ganas, que al Elche le duraron muy poco, el mejor recurso blanquiazul son las contras o las acciones a balón parado. Y es durante la práctica de estas suertes cuando más acusa el equipo la falta de puntería.

Es improbable que sin afinar en la ejecución el Dépor llegue lejos en esa fase de playoff que arrancó ayer en el Martínez Valero. Pero urge reparar al mismo tiempo varias taras de calado, enmascaradas por José Juan, Pomares y el efecto mariposa.