El gol de Fede llevó el delirio a una grada que se echó las manos a la cabeza con la lesión de Álex Bergantiños.
22 jun 2019 . Actualizado a las 12:20 h.Era un día de diario más. De despertador y atasco. Con las rutinas de siempre. Casi. Porque los autobuses, habituales madrugadores, ponían en alerta a la ciudad. Sus banderas, las blanquiazules de las grandes noches, asomaban en un día en el que la gente gestionaba como podía su evidente nerviosismo. Riazor se llenaría en busca del primer puñetazo a la eliminatoria.
A la espera de ese amplio sector del deportivismo que siempre desafía al reloj, los aproximadamente quince mil presentes cuando el Deportivo se retiró del calentamiento sonaban como 30.000 por mucho que saliese ruidoso el medio centenar de aficionados visitantes que viajaron hasta A Coruña y que jaleaban con el mismo entusiasmo los patrocinadores del club coruñés como los nombres de sus jugadores cuando eran anunciados por megafonía.
Pero las gargantas estaban afinadas. Quedó demostrado pasada la media hora. Fede hizo una genialidad, confirmando lo que todo el mundo ya sabía pero que por momentos se llegó a dudar en este curso. Que además de llevar la fama, sabe cardar la lana. Un jugador diferente. Su nombre fue cantado con rabia, alivio, emoción y gratitud. De esas ovaciones que salen de lo más profundo, de las que saturan los oídos, tan gritadas que resultan difíciles de escuchar, con el vúmetro picando en el rojo.
Y tras ese éxtasis el silencio. La sangre helada y las manos en la cabeza. Lo cambió todo la acción de Álex Bergantiños. Frenó la euforia de un Deportivo que comenzaba a desatarse y el árbitro, demasiado de avisar y poco de apuntar, desesperaba a la grada.
Hasta el 72. Minuto en el que, gracias a un par de ocasiones consecutivas, Riazor volvió a meterse en el partido. Y empujó. Empujó. El centímetro necesario para el segundo de Quique tras una conversación eterna entre un linier y un colegiado que hacía tiempo que había perdido el control. La categoría de plata necesita menos cháchara y más VAR.