Tino Fernández defiende su presencia en el vestuario de Mallorca y niega un trato VIP desde que dejó el consejo

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

ANGEL MANSO

El expresidente indica que quiso «dar la cara» y «dar un abrazo a gente que estaba sufriendo muchísimo» en Son Moix

25 jun 2019 . Actualizado a las 20:02 h.

Tino Fernández bajó al vestuario del Deportivo en Son Moix al terminar el partido de vuelta de la eliminatoria por el ascenso a Primera División. El expresidente, que dirigió el club de enero del 2014 a junio de este año, accedió así a un lugar con un alto valor simbólico en la convivencia de los jugadores, y lo hizo una vez que ya no ocupa cargo alguno en el club. Este martes, cuando el tema tuvo un cierto eco en las redes sociales, Fernández defiende su presencia en el vestuario y explica los hechos: «Me parecía que no me podía ir del campo a cenar o al hotel sin más. Hasta me pareció un gesto de dar la cara. De estar al lado de personas con las que he compartido un proyecto y una ilusión enorme, y no esconderme después de no conseguir el objetivo».

Después de la enorme decepción del 3-0 sufrido por el Deportivo en Mallorca, que le arrebataba el objetivo del ascenso, Tino Fernández quiso despedirse de la plantilla, después de una temporada de la que se considera corresponsable. En ese contexto, los actuales rectores del Deportivo entendieron el deseo del expresidente como una acción puntual y una forma de despedirse de un grupo de jugadores que él mismo había contratado. Fernández resta importancia a un breve encuentro en el vestuario. «Bajé literalmente a dar un abrazo a gente que quiero y que estaba sufriendo muchísimo: presidente, directivos, técnicos, jugadores... Estuve apenas unos minutos».

El apoyo del paquete accionarial representando en Tino Fernández fue clave para la elección de Paco Zas. El actual presidente se impuso con unas 9.000 acciones que había conseguido por sí mismo y otras 25.000 con las que Fernández le apoyó en la votación. Con 24.500 títulos, Fernando Vidal fue segundo en la votación.

Desde que anunció su adiós y hasta que se celebró la junta de accionistas, Tino Fernández guardó silencio, en un gesto que pretendía transmitir la neutralidad del presidente. Y en su discurso en aquella junta, quiso dejar claro que no jugaría ningún papel ni tutela en el futuro. «Volveré a mi asiento frente al Córdoba [el siguiente partido en Riazor en aquel momento]. Espero respeto, pero no pido nada. No estaré en ninguna sombra, estaré al sol. Nunca he estado a la sombra, eso lo han hecho otros», dijo, sin citarlo expresamente, en referencia al papel de Lendoiro después de ser desalojado del club.

Al hilo de su presencia en el vestuario, un lugar de acceso restringido, Tino Fernández niega un tratamiento especial o VIP en ningún momento desde que dejó la presidencia. De hecho matiza que ocupó en Mallorca un lugar remoto en la grada y que no ha regresado al palco ni disfrutado de ningún tipo de tratamiento institucional como expresidente, y que se apartó del viaje del club tanto a Málaga como a Mallorca, que realizó de forma privada en diferentes vuelos y hoteles a los de la expedición blanquiazul para no interferir.