El fichaje de Roy Makaay por el Dépor cumple... ¡¡¡20 años!!!

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El holandés marcó una época en Riazor con sus goles y las fantásticas parejas que formó con hombres como Djalminha, Diego Tristán o Valerón

03 jul 2019 . Actualizado a las 20:02 h.

Llegó como un semidesconocido delantero del Tenerife que había perdido su plaza en Primera en la temporada 1998-1999. Su único aval eran los 14 goles que había anotado con el Tete aquella campaña. Se marchó a Alemania en el año 2003 con el trofeo pichichi y la bota de oro debajo del brazo y habiendo dejando su huella indeleble en la historia del Deportivo anotando, entre otras cosas, el gol que certificaba la primera y única Liga del Deportivo.

Tras su paso por el Deportivo donde ganó una Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas, se alistó en las filas del Bayern de Munich para ganar otras dos ligas. En Bavaria siguió marcando goles y dejó para los amantes de los registros el gol más rápido de la historia de la Champions League ante el Real Madrid.

Pero antes de eso pasaría cuatro fructíferas temporadas en A Coruña que le llevarían al Olimpo del deportivismo y a besar las mieles del éxito nada más aterrizar ya que el holandés ganó la Liga en su primera temporada como blanquiazul en el que había sido un fichaje que no había generado demasiado ruido. 

Así lo contó La Voz

ROY MAKAAY EN LA CAFETERIA DEL SANATORIO MODELO ESPERANDO PARA PASAR EL RECONOCIMIENTO MEDICO ACOMPAÑADO DE SU MUJER , DE BARROS BOTANA Y DE  , RICHARD MOAR.
ROY MAKAAY EN LA CAFETERIA DEL SANATORIO MODELO ESPERANDO PARA PASAR EL RECONOCIMIENTO MEDICO ACOMPAÑADO DE SU MUJER , DE BARROS BOTANA Y DE , RICHARD MOAR. CESAR QUIAN

«El Dépor amarró a Roy Makaay por seis temporadas». Titulaba La Voz de Galicia el 1 de julio de 1999 y acompañaba la información del siguiente texto.

«Después igual sigo jugando. Sólo tendré 30 años», manifestó a continuación el pichichi del Tenerife. Su cláusula de rescisión será de 10.000 millones, lejos de un hipotético capricho de uno de los grandes. Makaay pasó el reconocimiento médico por la mañana, en un hospital coruñés. Cerca de él estuvo permanentemente su simpática mujer -se unió con una pequeña cámara fotográfica a los reporteros de prensa que cubrieron el acto de presentación en la sede social del Deportivo-, su abogada -ella misma se puso a los mandos de un ordenador para redactar su contrato-, su representante (ex jugador de fútbol) y un amigo. Makaay, que muy pronto se instalará definitivamente en A Coruña, aseguró en un buen español, quiere títulos. «Me gustaría ayudar al Deportivo a ganar algo grande», advirtió».

Vaya si lo conseguría.