El Deportivo ya está en Segunda y necesita dinero

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

15 jul 2019 . Actualizado a las 15:15 h.

Si no fuera porque con Tino Fernández la deuda concursal que llegó a estar en 160 millones se redujo a 82, parecería que Carmelo del Pozo hubiese creado este lunes un nuevo concepto y el Deportivo cargase ahora con la mochila de los gastos del anterior consejo de administración en la última temporada en Primera. Evidentemente, conviene no confundir el apuro conyuntural del club en esta próxima campaña con el terremoto que amenazó su supervivencia en los últimos años del lendoirismo. Pero resulta revelador el dircurso del director deportivo, que atribuye la estrechez económica actual del Dépor al gasto de la última temporada en Primera, la del desfile de entrenadores (Mel, Cristóbal y Seedorf), altas de alto coste para su bajo rendimiento (Lucas, Guilherme, Valentín, Krohn-Delhi, Muntari...) y la salida de Richard Barral en enero dejando a Tino Fernández al frente de las contrataciones de invierno. Porque en el cóctel que propicia la merma de ingresos del club en el próximo ejercicio (tendrá unos 16 millones para todo) se combinan los contratos heredados de aquella última temporada en Primera cuando el techo de gasto se disparó de 24 a 40 millones gracias al crédito de Abanca, pero también la desaparición del seguro de descenso y los problemas que arrastra no solo el Deportivo sino todos los clubes que se adaptan a la nueva vida en Segunda después de un pasado en Primera que no se enmienda con un ascenso inmediato.

Del Pozo hace ver la estrechez en la que se mueve y achaca los problemas al último año en Primera, pero también da la cara en público con un discurso que se venía deslizando desde la plaza de Pontevedra sin que nadie lo contase con el riesgo de que le contesten. Ahora sí, el Dépor ya está en Segunda. Sin anestesia. Sin seguro de descenso. Necesitará gestionar mejor y fichar mejor. Hace semanas que se anunció un verano de ventas, y solo con la salida de los mejores jugadores se consiguen ingresos. De la habilidad para moverse en el mercado con economía de guerra dependerá el ascenso de la próxima primavera.