Mollejo, el canon del fútbol del Dépor

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

Anquela señala como modelo a seguir al jugador más joven de su plantilla, capaz de sobreponerse a la inexperiencia y al desconcierto general para liderar a un equipo que visita Girona en el alambre

03 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Póngame once Mollejos. Anquela, tan reticente al elogio individual, desgastó ayer el cepillo puliendo el ego de su factor sorpresa. «18 años, tiene -apuntó el míster, reforzando el dato más llamativo del personaje-. Me da igual. Tiene carácter, compite y necesitamos bastantes más futbolistas como él. Y nada más». O sí: «Me gustaría que todos tuvieran esa intensidad y esas ganas de ser futbolista y hacer las cosas bien». El nuevo canon de belleza blanquiazul no supera el metro setenta y seis y está fino, pero es capaz de levantar una grada a domicilio; o un estadio entero, aunque este sea Riazor en modo sepulcro.

En el Día del fichaje en A Coruña, que esta temporada cayó en 2 de septiembre (un mes cumplió ayer la operación Diego Rolan), se incorporaron al Deportivo cinco jugadores. Tres, con el cartel de extremo. Uno ha aparecido lo justo para controlar fatal un balón de gol de Bergantiños frente al Albacete; otro, permanece de incógnito. Por todos vale el más joven. El pasado domingo, Víctor Mollejo le dio aire a Anquela sin más ayuda. Acudió a una disputa por un balón muerto y ganó el duelo crucial para un equipo acostumbrado a perderlos. Si en el área propia la foto del 0-1 retrataba a varios defensores posando, la imagen del empate salió movida.

Anduvo vivo el atacante cedido por el Atlético, donde se formó para jugar más cerca de la portería contraria. Hace cuatro días acabó metido dentro, buscando el balón con el que debía firmarse una remontada finalmente inconclusa. Falto de ideas, el Deportivo precisa de exprimir al menos otros atributos, reclamados con insistencia en cada encuentro desde el cemento.

Los registros de Mollejo en su relación con la pelota se ciñen a la situación colectiva, delatando una imprecisión (68% de acierto en el pase) solo tolerable por el emplazamiento del futbolista. No hay otra zona del campo en la que el riesgo sea más asumible por lo poco que penaliza. Perder el balón en una esquina de terreno ajeno es un mal menor que suaviza el 58% de éxito en el regate; a costa, por ejemplo, de ofrecer soluciones al permanente atasco o forzar valiosas acciones a balón parado. El 11 del Dépor es el cuarto jugador de la categoría que más faltas recibe por partido. Para un conjunto bloqueado, reducido al empuje y la estrategia, Mollejo es una mina.

Lo reconoce su entrenador, que ayer se lamentaba por adelantado de la cita de la selección sub-19 que le privará de referente en Las Palmas. Al menos estará el domingo frente al Almería y esta noche en el Montilivi; cita para la que es casi el único fijo.

El último ensayo en Abegondo solo plasmó el lógico temor del técnico blanquiazul a los centros laterales. Es el recurso más explotado por los rivales para hacer daño al equipo coruñés, y uno de los favoritos del Girona. La plantilla echó buena parte de la mañana preparando respuesta a los envíos hacia Stuani, con especial insistencia en la dirección del despeje, harto el míster de las segundas oportunidades que conceden los suyos.

Nolaskoain en la medular

En los ejercicios se emparejaron otra vez Lampropoulos y Montero, lo que dispararía las opciones de ver a Nolaskoain acompañando a Bergantiños por delante de la zaga. «Jugará donde sea necesario», sostuvo Anquela al referirse al emplazamiento del vasco. Antes de recibir al Mirandés, había asegurado que lo emplearía como central; ayer no consideró necesario volver a jugar al despiste. El sacrificado podría ser Shibasaki, quien ha recalcado en cuanta ocasión ha tenido que tiene alergia a la plaza de enganche. Si el dibujo no incluye un trivote, será complicado que el japonés se abra hueco.

El resto de variables alcanzan a la banda opuesta a la que ocupe Mollejo, que no han conseguido reivindicar como propia ni Galán, ni Valle, ni Jovanovic ni Beto da Silva. En punta, la baja de Koné reduce el dilema a la continuidad de Christian Santos o la irrupción del recuperado Longo. El italiano parte con ventaja después de las discretas actuaciones de su rival por la plaza.