Descubrir y fomentar el liderazgo oculto

Toni Ardá

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

09 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El hablar de liderazgo de los equipos deportivos está surgiendo actualmente una línea de investigación, con infinidad de trabajos publicados, que nos hablan del líder formal e informal. El primero está definido por la estructura jerárquica del grupo y por norma general está impuesto a la organización, hablamos del entrenador. El líder informal es aquel que ejerce influencia entre sus iguales.

No tengo ninguna duda de la capacidad de Fernando para liderar este equipo, no solo a este equipo sino en general este proyecto, es un gran seductor del grupo y también de la grada, seguramente el próximo partido en Riazor seremos el doble de espectadores que en el último partido. El entrenador, gran motivador y generador de confianza, aporta una visión de cambio necesario e imprescindible en estos momentos. Cuando dice hace unos días, antes del partido contra el Numancia, en este mismo medio que «este es nuestro primer partido, la primera vuelta no existe», provocando entre los jugadores una nueva visión de la realidad.

Todos los estudios sobre liderazgo en el deporte nos hablan también de la necesidad de un liderazgo entre iguales, el líder informal, ese jugador o jugadores que ejercen influencia sobre sus compañeros del equipo; y que el propio Fernando Vázquez ya busca desde el primer día de trabajo.

Estos líderes informales, aunque con misiones diferentes a las del entrenador, comparten con él ciertas características descritas ya en los años 80 por Chelledurai y Saleh en la Escala de Liderazgo para el Deporte. Esos mismos estudios actuales reflejan dos grandes dimensiones del líder informal: una más orientada a la tarea o consecución de objetivos —se esfuerza en los partidos, autoexigente en los entrenamientos, se prepara a conciencia para competir—, y otra, a la orientación social o cohesión de grupo —empatía, valores deportivos, apoyo social, influencia de sus opiniones—, lo que se ha venido a denominar integración de rol. Aunque a veces no están presentes en el mismo individuo, lo que permitirá tener más de un liderazgo sobre el campo.

Probablemente, el Dépor tenga entre sus jugadores algunos de estos perfiles. Más difícil será a estas alturas construirlo, aunque probablemente esté oculto por los malos momentos vividos esta temporada. Será misión del entrenador y cuerpo técnico descubrirlos y fomentar esas misiones para que complementen su trabajo y transformen psicológicamente al equipo.